miércoles, 3 de marzo de 2010

Quiero seguir seca aún bajo la lluvia

Y seguramente mañana de día sea igual, la única diferencia es que ahora me digné a tomar consciencia. Decidí ponerle nombre a los dos grupos, aunque es una estupidez eso de los nombres, pero así no tengo que explicar por quien está formado cada uno. Solíamos ser cinco en la secundaria. Ceci, Caro B, Caro E, Aldu y yo. Siempre fuimos muy diferentes, o cada vez fue más. Ceci empezó a juntarse con otro grupo más hippie, conformado también por Marina. Marina, Ceci y yo fuimos juntas a la primaria. No importa como se fueron dando los hechos. El punto es que ahora por un lado está Caro B, Caro E, Aldu y otras nuevas por un lado, a quien a partir de ahora quiero llamar Las Superflúas. Básicamente por la superficialidad. El "otras nuevas" se debe a que por salir una noche son todas nuevas amigas y se aman. Y eso lo veo superficial. Además lo más importante que tienen en el mundo es su ropa. Su ropa y cómo se ven, y pueden estar horas frente al espejo para verse hermosas. Y, sinceramente, no son muy beneficiadas en cuanto a sus dotes físicos. Pero, sin embargo, ellas hacen todo por verse perfectas.

Por otro lado, Las Pizzabirrayfaso. Les digo así porque sí. Serían Ceci, Marina, Jazmín y Cami. De Jazmín y de Cami, verdaderamente, no soy muy amiga. Las quiero y cuando las veo lo mejor, pero no las vi en todo el verano y, a decir verdad, tampoco las extraño ni necesito. Les cabe más la onda hippie, el juntarse en una casa a fumarse un porro, comer una buena pizza y la infaltable: la birra. También les gusta salir, pero salir para ellas es ir a la casa de un conocido a fumar marihuana y tomar fantino. Había decidido orientarme para ese lado, inclusive me estuve viendo muchísimo con Ceci y Mari y ni bola a Las Superflúas. Pero de repente me percato de los estilos de vida diferentes, de que yo adoro ir a bailar, de que me gusta conocer gente, y de que no me gusta fumar marihuana (porque aunque no quiera, eso hace la diferencia, ya que ellas se juntan y fuman, y quieras o no, estás afuera de ese mundito en el que se metieron por un rato hasta que les pinta bajonear y vos todavía tenés tantas pilas que no sabés en qué usarlas).

Entonces pretendo volver a Las Superflúas. A ellas les gusta tomar Gancia, salir a bailar, conocer chicos, y cagarse de risa. No les cabe hablar de la vida toda la noche. En ese sentido me quedo con ellas. ¿Pero está bueno estar con gente que por todo te hace un quilombo? ¿Que está buscando el error del otro para enojarse, en vez de valorar lo bueno? Estuve muchísimo tiempo tratando de ser buena, de no causar lío, teniendo cuidad de cómo actuar para que otros no se enojen. Pero así no se dura, así no se aguanta. Yo no. Un día me canso.

Entonces vuelven las ganas de Las Pizzabirrayfaso. Dispuesta a adaptarme a su vida tan relajada y a la vez, profunda, o de salir de vez en cuando con Ceci (que debo decir, se adapta a todo) a los lugares que a mí me gustan; encuentro otro problema. De repente noto cierta envidia en Ceci y Marina. No es por creerme, acá no necesito creerme nada. Pero de repente veo que me miran mal o me tiran abajo a los que me gustan. Y me doy cuenta de que muchas veces los que nos gustan a las tres (así, del estilo platónico) me terminan dando bola a o mí, o que cuando hablo de el que no me da bola (que casualmente es el que me gusta) digo que no puede ser que sea así y me encuentro totalmente sorprendida. Ellas comparten el luchar por los pibes, comparten que lo más obvio sea que el pibe no quiera estar con ellas, y la verdad, a mí me pasa lo opuesto. Estoy rechazando todo el tiempo uno tras otro, y justo el que me gusta, es el que me la complica, y no es casualidad, obvio.

Me encuentro con que no me siento cómoda con nadie, con que ningún grupo me cierra, con que de repente me siento muy sola y diferente a los otros. Hablé con papá y me dijo que lo que pasa es que no estoy dispuesta a perder nada, y que quiero caminar bajo la lluvia sin mojarme y que es imposible. Que tengo que decidir que hacer, que tampoco es necesario que elija un grupo para estar el 100% del tiempo, si no que puedo estar en el medio, disfrutando de unas y de otras lo que quiera y pueda.

El problema es que Las Superflúas, básicamente, demandan 100% de uno, y que si te vas con Las Pizzabirrayfaso, ellas consideran que te pasás de bando, y te miran mal, y te tenés que fumar que te critiquen en tu ausencia. Las Pizzabirrayfaso son mucho más simples, pero a la vez, ven como totalmente huecas y vacías a Las Superflúas (se equivocan a medias), y si te juntás con ellas, te catalogan como una huequita más que no sabe nada de la vida y sólo le importa la marca de ropa que le pintó ponerse.

Lamentablemente es todo bastante vueltero. Por más que existe la posibilidad de estar en el medio y "no ser protagonista en ningún grupo", como dice papá, eso me va a hacer tener una amistad mediocre con todos. Y, a decir verdad, todavía no me puedo desquitar del sueño de tener esa mejor amiga que es como tu hermana.

8 comentarios:

  1. Mirá Vil, (uh, ya parezco una vieja consejera jaja) digamos que cuando estaba en el secundario me pasaba algo parecido, con la única diferencia que si tenía una mejor amiga. Pero yo tenía la debilidad (o virtud?) de hacerme amiga de todo el mundo. Mi mamá muchas veces me alertó por eso, porque decía que no podía tener un millón de amigos como Roberto Carlos, y que a veces todos esos no se pueden juntar. Tenía el grupo de amigas del barrio, y dos grupos en el cole masomenos como los tuyos: las fiesteras y las freaks. El tema era, que las integrantes de los 3 grupos, no se podían ni ver. Pero yo las quería a todas: a las del barrio porque pasábamos tardes hermosas, a las fiesteras porque podíamos hablar de chicos, salir, hablar de moda, etc., y a las freaks porque podíamos tener conversaciones un toque mas profundas y elevar mi intelecto. Y me pasaba como a vos, cuando estaba con unas, las otras se enojaban. Pero yo me puse firme: "si yo soy amiga tuya y me querés, bancate que sea amiga de las otras, sino ahí tenés la puertita". No es que por ser amiga de "otras" dejás de ser menos amiga de "ellas", y te aseguro que llega un momento en que lo entienden. Entendieron que yo no dejaba de ser yo para cambiar de grupo, que era siempre la misma. Entendieron que no me necesitan las 24hs del día los 7 días de la semana, y por ende, podía tener otros grupos. Entendieron que quizás las "otras", tenían algo de bueno, sino no serían amigas mias.
    Y cuando terminó el colegio, me seguí viendo con algunas de cada grupito. Pero también me hice amigas nuevas (que obviamente criticaron), pero como ya sabían mi pensamiento, tenían que bancársela.
    A lo que voy con tooodoo esto es: no dejés que nadie decida tus amistades por vos. Si no se lo bancan, no te deben querer mucho. Ponete firme y aclará que si vos no intentas cambiarle los pensamientos o costumbres (fumar, ser patéticas de la moda, etc), ellas no te pueden cambiar con quien te juntás.
    Y con respecto a una "mejor amiga", paciencia. Si bien siempre tuve una, a mi "hermana" la encontré en la facultad, y de casualidad. Asique no desespereiiiis, todo llega!

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  2. no se puede estar bien con Dios y con el Diablo... eso es una realidad....
    trata de poner en una balanza y de priorizar que cosa es mas importante en tu vida... que es dispensable y que no y que podrías adaptar para poder seguir siendo feliz...
    Con respecto a eso... te entiendo... a mi me pasa lo mismo...

    Besos y Éxitos Vilma!

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  3. Que se yo... "LaGranDiosa" tiene razón,
    aunque a mi me paso algo parecido y me tuve que terminar decidendo por uno de los dos grupos que me caían bien, era insoportable andar en el medio de los grupos

    Ess la vida...

    saludos

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  4. Yo no estoy de acuerdo con lo que te dice tu papá.
    Si vos sabés poner los puntos o simplemente hacerle oídos sordos a las palabras necias podés tranquilamente rescatar a personas de los dos grupos y apegarte a ellas; no tiene que ser si o si o uno o el otro.
    Mira, por ejemplo, yo no fumo, ni cigarrillo ni porro y no tomo alcohol, cosa que muchas veces me hizo sentirme aparte de mis amigas. Con el tiempo me di cuenta de que la lejanía es algo mental, puedo salir con ellas y adaptarme a sus salidas sin hacer nada que yo no tenga ganas porque ellas y yo entendimos que somos diferentes y, con el tiempo, se genero un respeto recíproco.

    Como te dijeron por ahí arriba, paciencia, todo llega :)

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  5. Yo viví algo totalmente parecido el año pasado. Por cosas de la vida terminé "eligiendo" uno de los grupos y no todas las del "otro bando" pudieron aceptarlo. El consejo de LaGranDiosa es para aplicarlo, y lo antes posible. Tenés que aclarar las cosas para sentirte tranquila, vos no estás traicionando a nadie por llevarte bien con un grupo que las otras no soportan..
    Como te dijeron: "si te quieren de verdad, en algún momento lo van a comprender"

    Suerte :)

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  6. No tenés que pensarlo tan apocalípticamente. Tu papá no tiene razón. Eso de la amistad con todos hace que sea superficial. Siempre hay que tener afinidad con sólo algunos. Y con los que sobran, esa amistad mediocre de la que hablás.
    Pero tenés que vivirlo como algo natural, no catastrófico, o de vida y muerte. Pasa. Nada más.

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