lunes, 29 de marzo de 2010

Más por menos para mí es igual

Estoy muy aburrida de la monotonía. Aunque igual me divierto mucho, es raro. Tengo ganas de que pasen cosas locas; de que haya quilombos, de pelearme con personas, de discutir mucho con alguien y tener fijas mis convicciones, de realmente tenerle bronca a alguien, de poder decir me cae mal equis persona y llevarlo adelante y no de que todos me caigan bien y ponerles siempre mi mejor sonrisa.

Estos últimos días me vi bastante peleadora y me divertí, pero como siempre volví a la normalidad. Estaba como fuera de mis casillas, cuando algo me caía mal, contestaba mal y ponía mala cara en vez de sonreir y fumarme el maltrato del otro. Y la verdad me gustó. Pero todo concluye al fin.

Ayer discutí un montón con Papá porque él dice que quiere que haga algo de mi vida y yo insisto en que estoy bien así. Le dije que creo que él quiere que haga algo porque él de su vida no hizo nada y no quiere que termine como él (fui cruel, ahora puedo percatarme, pero no lo dije con crueldad) y me dijo que que puede ser. Lo dice con toda la tranquilidad del mundo como si fuera lo correcto y creo que es el peor error que puede cometer un padre.

También me dice que tengo que pensar en un futuro, y yo le contesto totalmente lo opuesto. Que ya tengo tiempo de ocuparme de lo que va a venir, que vivo mi adolescencia y ahora sólo quiero pensar en el hoy. Que no me interesa empezar un taller literario o hacer algún deporte, que ya cuando termine la secundaria haré la carrera correspondiente. Ahora simplemente quiero dedicarme a hacer lo que estoy haciendo: ser suficientemente responsable con el colegio, salir, dormir siesta, mirar televisión y series bizarras yanquis.

Además siento que me compara con mis hermanas. Siento que como Candela es realmente una triunfadora dentro del hockey y Ludmila es "tierna" dentro del hockey para su edad, yo soy la mancha negra. Que cuando alguien les pregunta que qué hago yo a él o a mamá se sienten hiper incómodos y no saben qué decir. A mí eso no me jode. No me jode contestar "nada". Pero estoy segura que a ellos sí.

Definitivamente diferimos en ideología. Él es de esos que se la pasa trabajando pensando en un mañana y olvidándose en que si se pasa la vida pensando en mañana absolutamente nunca va a disfrutar, porque mañana va a estar pensando en otro mañana. Yo planteo una posición opuesta en la que expreso que sólo quiero disfrutar el hoy. Sin embargo, a la hora de discutir con él, me muestro mucho más segura de lo que en realidad estoy. Pero que no tengo ganas de hacer nada extraescolar, definitivamente es así.

Obvio lloré y obvio me angustió mucho. Le discutía con una seguridad increíble pero era excesivamente bizarro e incoherente que hable con tanta seguridad y con lágrimas eternas en los ojos. A veces no entiendo cómo no le doy pena. Porque así como yo puedo ser hiriente, definitivamente él lo es conmigo, aunque sin querer, porque es mi papá y no dudo que quiere lo mejor para mí.

Por otro lado, Ulises. Ayer chateamos. Primero me pidió consejo con una piba. En realidad me dijo "está bárbara y no sé qué hacer", y me di cuenta de que me cansé de él y que cada día me gusta menos. Me tiene realmente podrida. Entonces me hice la amiga y le dije algunas estupideces típicas y después le dije que se olvide de que quiero estar con él porque ya fue, que me hable como amigos porque ya me cansé de buscarlo. A cualquier persona madura le parecería pendejo, a mí me parece pendejo y ni soy madura, pero como él es pendejo supongo que le shockeó un poco que se lo haya dicho y no le pareció una actitud inmadura de mi parte.

Lo mejor de todo es que de verdad perdió un papel tan importante en mi vida. Era cómico que alguien que conocía tan poco me desvele cuando quiero dormir. Eso va de la mano con mi ausencia de sentimientos, mi poco conocimiento de amor y todas esas cosas. Sin embargo lo viví lindo, me llenó cuando podría haber estado vacía y sin embargo me deja un chico más a la lista de "buscados". Porque por más que ya no lo persiga, estoy segura que voy a tener mi posibilidad con él y no voy a desperdiciarla.

Por último, el sábado a la noche fui a bailar y conocí un chico que en realidad ya conocía pero nos habíamos peleado muchísimo en un pasado, Ale. Me gusta sólo físicamente y me falta esa atracción, pero la verdad que es muy, muy lindo y encima vive cerca de casa. Me invitó a salir y, extrañamente sabiendo cómo soy, le dije que sí. Así que esta semana seguramente salgamos. Me da un poco de nervios, pero nada insoportable, porque ya estuvimos juntos y la mejor onda, pude ser yo sin problema.

Lo que me gusta de él es que más allá de elogiarme físicamente y no dejar de hacer los chamuyos típicos me dice que soy muy simpática y que le encanta, que le encanta como soy. Y sé que también ese es uno de esos chamuyos pero yo conozco las típicas chicas con las que él está. Esas limitaditas mentalmente que lo único que pueden pensar es en la ropa que van a ponerse mañana o en el color con el que se quieren pintar los ojos de ahora en más. No soy Einstein ni Galeano pero gracias a Dios estoy lejos de eso.