lunes, 14 de junio de 2010

Tienes un mensaje

Fui a ver una banda de rocanrol. Una banda súper under. Había un artista invitado. Ceci me había hablado mucho de él. Yo ya lo había idealizado en mi cabeza. Sabía que él tenía 19 años, era re chiquito y tenía cara de nene. Así como Ceci sabe que me gustan. Por eso es que me habló de él y que me encargué de idealizarlo. Antes de que hubiera salido al escenario, yo ya no podía con el enamoramiento.

Y cuando salió, y cantó, y tocó la guitarra, fue más fuerte. Cuando terminó, como ya dije que son under, salieron todos. Él de los primeros. Lo miré, lo miré mucho. Logré que me mirara. Lo seguí mirando e intimidando. Lo comí con los ojos. Me miraba de manera tímida, sintiéndose inhibido. Pretendía acercarme a hablarle.

Con Ceci después íbamos a salir juntas pero fuimos a acompañar a dos pibas a la parada. Fui de mala gana. No quería que Fernando, así se llamaba mi rockero, se fuera. Como obviamente iba a pasarme, cuando volvimos, ya no estaba. El teatro estaba totalmente cerrado y sin una persona en la puerta.

Me puse de mal humor. El resto de la noche fue muy malo. Discutimos con Ceci bastante fuerte, nos dolió la garganta de tanto gritarnos dentro de un boliche pero después todo estuvo bien. Creo que eso puede llegar a terminar en otras cosas. Ya se verá, por lo menos no me guardé nada y estoy segura que ella tampoco.

Al otro día, me desperté en su casa y decidí mandarle un mensaje de facebook a Fernando. Yo ya lo tenía en facebook. Le puse: me encanta tu voz, y vos también. Eso fue el sábado. Estuve el día entero pendiente de su respuesta. Nada pasaba. No entendía qué me hacía tener a ese chico tan presente. El domingo estaba mirando Héroes, la serie, en la computadora. Cuando se me abre una ventana que me avisaba que Fernando Suapellido me había hablado en facebook. No me importó por qué parte de Héroes iba. Cerré y me puse nerviosa. No sabía qué hacer.

No tiene sentido que represente la conversación. Desde ese día hasta ayer charlamos sin sobresaltos sobre diversísimos temas y literalmente todos los días. Yo siempre tirándole palos y él atajándolos y cambiando de tema. Podríamos considerar que esto fue siempre malo, pero la situación cambia cuando explico que siempre fue él quien me habló, y mis instintos dicen que si ves que alguien está atrás tuyo y le seguís hablando, es porque aunque sea algo te gusta o te simpatiza o lo que sea.

Mientras tanto, no dejo de escuchar su rock. Me estoy volviendo una loca fanática. Eso me incentiva a que esté todo el tiempo pendiente de él, pensando. No hay cosa más hermosa que pensar en alguien escuchando música, y más todavía si está su voz! Soy muy enamoradiza, sí. Me engancho enseguida. Tal vez porque jamás pasó algo en serio.

El punto es que él vive en Zárate, yo en Capital Federal. Eso complica mucho la cuestión, aunque él ni insinuó el hecho de vernos. Resulta que el viernes me habló por msn y me dijo que estaba en capital. Le tiré indirectas, muy claras, para que él me insinuara de encontrarnos o me preguntara por dónde iba a salir yo. Nada hizo. Era evidente que no le interesaba.

Entonces me fastidié, lo saludé de manera antipática y me fui. Al día siguiente, al haberme dado cuenta que la situación así no me servía en lo más mínimo porque yo quería verlo, y al parecer él no, decidí que no hablemos. Pero a la noche me habló. Le dije que no lo quería molestar, y él me insistió en que no era molestia. Entonces no sé cómo traté de darle a entender que no tenía ganas yo. Que así no, como diría mi amiga la Chiqui.

Fer no entendió. Entonces le dije un tímido, o tal vez no tanto, quiero verte. A lo que me contestó exactamente: algún día ya nos vamos a ver. Listo, cartón lleno. Exactamente eso siempre contesté evitando salir con alguien. Ese día se terminó desviando el tema, terminamos hablando de cualquier otra cosa.

Ayer, domingo, también me habló. Varias veces en el día. Él. Mi instinto indica que, si me habla después de que yo le deje clarísimo que lo quiero ver, ALGO le importa, como expliqué antes. Sin embargo, estuvo bastante antipático durante toda la conversación, contestando monosílabos en varias ocasiones. Me pongo en su lugar. Cuando contesto jaja solamente es porque me chupa un huevo hablar con esa persona. ¿Pero entonces para qué me hablaba? ¿Y encima sabiendo que quiero verlo?

Me fastidié, me dije que basta. Primero, no puede ser tan grave, no lo conozco, es sólo un sueño, una intención, una idealización de que todo salga sumamente bien cuando no tiene por qué ser así. Segundo, de todas maneras a mí así no me servía y al parecer él, aunque tal vez de manera temporal, sí. Entonces le dije que chau y me decidí a no hablarle más.

Pero hoy, una vez más, no pude conmigo. Le pregunté por chat de facebook si estaba conectado en el msn. Se lo pregunté de una manera sumamente simpática. A lo que me respondió: sisi.

Listo, punto final, me digo a mí misma. Pero estoy dudando en hablarle. Pido disculpas que una historia de amor mía exista solamente así, pero realmente tengo ganas de estar con él, de verlo, de darle un beso, de que me rockee al oído. Si no se concreta no es por mi culpa. Esta vez pretendo dejar la histeria a un lado y no puedo. Y no quiero bajar los brazos, me niego.

Insisto que quiero hablarle. A Fer. Después les cuento. Aunque seguramente a nadie me importe... Pero algo tengo que hacer.

Entre nosotros, tengo un poco de miedo de que me diga de vernos. Decirme que sí. Pero estoy segura, estamos lejos de eso.

miércoles, 2 de junio de 2010

Sintetizando un mes entero

Bueno.. Sí, desaparecí. No me dieron ganas de escribir y ahora vengo a aburrirlos un poco.
Por un lado, con mi papá está todo bastante mejor. El 22 de mayo fue mi cumpleaños y salí con amigos (las salidas jamás fueron restringidas) y me dijo "podés tomar dos medios vasitos". Más allá del tomar, valoro el gesto, la confianza, el superar su orgullo que ahora ya entiendo de dónde lo heredé. Previamente a esto habíamos tenido una conversación que empezó muy tierna, porque yo me acerqué a decirle que lo sentía distante y él me dijo que no sabía bien cómo acercarse a mí porque con mis hermanas tenía la "excusa" del hockey, las lleva a entrenar, va a buscar, charla sobre eso; pero conmigo nada de eso (por momento sentí que era un poco reproche porque no hago nada de mi vida, pero todo fue tan tierno que no podía ser así). Sin embargo no sé cómo salió el tema del alcohol y terminamos discutiendo muchísimo. Aunque cerramos el tema sin acuerdo común y nos dimos un abrazo. Pero al final, como conté, el día que salí por mi cumple, todo salió bárbaro. Me dejó tomar y estaba todo bastante bien. Ayudó mucho el psicólogo creo yo. No por lo que hablé yo con él, si no por las veces que habló con mis papás.

Hacía mucho yo quería un arito en la oreja (la parte de arriba, el carílago), y mis viejos son super cerrados con eso. No existía posibilidad alguna de que me dejaran. No existía. Unos días después de mi cumpleaños número 16 (me atrevería a decir que el patriótico día, el día del bicentenario) papá me dijo: decidimos con mamá que te vamos a dejar hacer el arito. Son cerrados, les cuesta decir sí con esas cosas, pero cuando lo dicen me sorprenden. Y eso vale mil. Sin embargo, yo ya saltando por todos lados, dije: ¿cuándo me hago la argollita?. Papá me contestó: argollita no te dejamos. Puntito. Jamás voy a entenderlo.

Decidí hacerme el puntito y después cuando aflojara, cambiar. Al día siguiente en la cena pregunté: ¿Nunca me voy a poder poner la argollita? Me contestó que no. Con mucha seguridad. La cena siguió. Mamá le dijo: ¿Por qué la argollita no?. A lo que papá contestó mil veces "porque no". ¿Por una cuestión estética o porque se puede enganchar?, preguntó mamá. Papá siguió contestando lo mismo. Me fastidié. Me peleé. Le eché en cara otras cosas que no tenían nada que ver. Más allá del arito en sí, ¿qué necesidad de contestar porque no? Es lo opuesto que hay que hacer para lograr una buena convivencia, como habíamos acordado.

Entonces le escribí un mail. Es así, me resulta más fácil expresarme y además me "enfrío" y no lo lleno de violencia. Y sé que cuando lo lea él también va a estar más tranquilo. Le puse:
1. te juro que no te entiendo. parece que a propósito no querés una buena convivencia y me decís que NO a algo que realmente quiero, y encima contestás PORQUE NO. así buena convivencia es imposible. de verdad te digo. aunque ponga mi mejor intención
2. igual como ya dije en la mesa gracias por dejarme el puntito porque sé que para ustedes es un paso.. no es que no me lo hago por desagradecida, si no que no tiene sentido que me agujeree por algo que en realidad no quiero.

No contestó. Pero todo está bien, aunque del arito no se volvió a hablar.

Me gustaría que hubiera algo interesante que contar respecto a otro tema, nada lo considero relevante como aparecer acá. En cuanto a amigas, Las Superflúas ya no existen en mi mapa, comparto aula con dos de ellas pero la relación es nula. Me dedico a la real amitad con Ceci y Marina. Con Mari hoy tuve un cruce complicado, es una persona complicada para discutir y que siempre tiene la razón. Eso lo hace difícil, porque por ahí hablar temas jodidos en los que sé que diferimos se hace algo que prefiero evitar porque termina insultándome. De todas maneras la balanza da positivo. Eso es lo que cuenta.

Y en cuanto a chicos... sí, estoy más sola que nunca. Me lo merezco por histérica. Vamos a ver que me depara este fin de semana, y el que sigue, y el otro, y el otro...