sábado, 6 de febrero de 2010

Y si me enamoro, sea de vos

Tal vez por histérica, tal vez porque "no es alguien para mí", pero con Camilo no tengo nada más que un poco de atracción física y una linda sensación de ternura. Empezamos a hablar hace tres años, teníamos trece, y hasta hablábamos por teléfono. Lo conocí por ser amigo de mis amigos de la primaria, aunque ahora ya somos un gran grupo. Siempre hubo histeriqueo, hasta que un día hace un poco menos de un año, nos dimos un beso. Esa misma noche pasaron dos cosas más: estuvo con Maru, una amiga mía (de una manera más intensa de la que estuvo conmigo, no sé si me explico) y le dijo a Ceci, mi mejor amiga, que esa noche había cumplido dos de sus sueños. Tomar de la chopera y estar conmigo.

A partir de esa noche empecé a sentir esa sensación de ternura hacia él y a la vez, de un poco de odio. ¿Qué necesidad existió de estar con Maru después de estar conmigo? Por un largo tiempo no nos hablamos, hasta que en una fiesta el día de la primavera, volvimos a estar juntos. Estábamos los dos bastante ebrios, pero la que había dado el primer paso fui yo, porque él estaba casi de novio. Seguramente eso me hizo querer buscarlo, soy bastante de hacer esas cosas, por más que me pese a mí y a otros. Esa misma noche me dijo: "yo a Mía la dejo por vos". Hice oídos sordos y logré escaparme de esa situación incómoda.

Nos volvimos a ver en una fiesta de egresados, en donde él ya estaba totalmente de novio con Mía. Hicimos una previa juntos y todo parecía ser una buena amistad. En la fiesta estaba su novia así que no pasó nada más que miradas cómplices.

Creo que no nos volvimos a ver hasta ayer a la noche. Él cortó con su novia hace ya un tiempo. Habíamos estado hablando por chat e histeriqueando bastante. Me habían vuelto a surgir las ganas de estar con él, y todos sus amigos me decían que él se moría de ganas de estar conmigo. A la noche primero estuvimos un poco distantes, después adentro del boliche charlamos un rato, y después nos dimos un beso. Y dos, y tres. Y diez. Risas, abrazos, chistes. Era todo muy tierno. Cuando la noche terminó y me volvía para casa con mi mejor amigo Nahuel, me preguntó que qué onda con Camilo. Le dije lo que me pasaba: que nada, que estuve con él y que es un tierno, pero que igual queda ahí y ni siquiera sé si quiero volver a estar con él. Me dijo que soy una boluda en haberle dado bola porque él está re enganchado y que actué toda la noche como si a mí me pasara lo mismo.

Sí, soy una boluda. Además insisto en que no entiendo por qué no me gusta verdaderamente. Me canta canciones al oído de mi banda preferida, me da besos tiernos, tengo una confianza casi envidiable, y encima le gusto de verdad. Yo que me quejaba y le decía a mamá que los hombres nunca se enganchan, que sólo buscan otra cosa. Yo que me imaginaba siempre estando sola porque nadie me iba a querer realmente. Yo que nunca me creí que podía ser especial para un chico. Yo, Vilma. No puedo forzarme a sentir algo que no siento, por más que me gustaría. Me gusta, sí, por eso estuve con él anoche, pero me falta ese ALGO al que siempre me refiero que tiene que hacer click para que alguien te guste realmente.