domingo, 7 de marzo de 2010

Tormenta y calma

Después de ese planteo, tuve una pelea muy grande, pero por una boludés con Ceci y Mari. Vinieron ellas dos y otros amigos de la primaria a casa, me estuvieron pelotudeando como la mejor, les pedí que paren, siguieron, los eché. Estoy un poco loca, puede ser, pero no voy a dejar que me sigan jodiendo y encima dándoles un lugar para estar cómodamente sentados. ¿Pretenden que vaya y les ofrezca algo de tomar, también? Sigan jodiendo que me encanta, dale. En fin, después quedé peleada con todo el mundo. Apenas se fueron estuve llorando hasta que llegaron mis papás, que casualmente no estaban. Puse música deprimente, me tiré al piso, maldije todo lo que me estaba pasando y me declaré oficialmente sola y sin amigos. Llegaron papá y mamá, me descargué y les conté lo sucedido. Me dieron la razón, simplemente eso. Y les di lástima, obvio. Ver a tu hija llorando tirada en la cama, dándote cuenta de que su mejor amiga es la comunmente llamada notebook es tristísimo. Mamá me dio un beso muy lindo y se fue a dormir. Fin de la noche.

Al día siguiente decidí salir con Juli. Una amiga a quien no veo nunca, pero noté que necesitaba sentirme un poco acompañada. Además necesitaba gritar todo lo que me pasaba y Juli es de esas personas que escuchan. Fuimos a un conocido shopping de Capital, dimos vueltas, charlamos. Me encontré a alguien tan deseado como indeseado, todavía no puedo creer lo chico que es el mundo. No le busco una explicación lógica ni tampoco creo que sea una casualidad. No apareció ni mi tío ni un amigo de la primaria ni un amigo de Juli. Apareció él entre tantos otros que podrían haber aparecido. Le conté todo lo de las chicas, el evento de la noche pasada y además mi sensación de sentirme sola. Ceci me mandó un mensaje diciendome que hablemos, pero el día terminó sin más sucesos. Esa noche por msn discutimos mucho, ella se puso necia y aún así me tildó de cerrada a mí. Estabamos discutiendo con cierta agresividad verbal pero siempre con respeto, cuando decidí hacerle saber lo que pasaba de éste lado de la pantalla. Quise que sepa que no era como ella creía, que no estaba sentada frente al monitor maldiciéndola y riéndome de ella, que no estaba muy tranquila escuchando Beethoven y analizando que contestarle. Quería que sepa que los dedos escribían solos, que casi no me pedían permiso, que por más que las lágrimas salen para fuera, hacían que cada vez se me mezcle más todo y no sepa qué carajo decir ni hacer. Estaba muy, muy angustiada.

Le conté que más allá de la pelea de la noche anterior me sentía muy sola, por todo lo de Las Superflúas y ellas, Las Pizzabirrayfaso. Me dijo de encontrarnos a hablar al día siguiente. Acepté y quedamos un horario. Me tranquilicé, aunque no soy de esas personas que sabe hablar con la gente. Pero había que hacerlo. Ceci tenía eso, siempre estaba dispuesta a juntarse a arreglar las cosas. Finalmente fui a la fiesta que tenía con ella y con Mari. Obvio, no fuimos juntas. Nos encontramos ahí, yo fui con otros amigos. Con Mari no hablé mucho, básicamente me dijo "después quiero hablar con vos" y me dio un beso tierno en la mejilla. Con Ceci estuve más tiempo, nos llevamos bien como siempre, como si nada. Pero, al día siguiente, nos encontramos a charlar. Vino a mi casa a las cinco de la tarde. Quisimos ir a hablar al jardín, pero sin embargo había demasiados mosquitos y soy casi alérgica, así que decidimos ir a mi cuarto. Nos acostamos cada una en una cama y empezamos a hablar de la noche anterior. Nos reimos mucho, siempre pasa eso de después de una salida comentarla y cagarse de risa. Ahí me di cuenta que la quiero mucho, mucho, y que la prefiero ante otras. Es feo poner escalas pero, a veces, inevitable.

Después de media hora más o menos, cuando se agotaron las anécdotas de la noche anterior para comentar, me dijo: "Bueno, contame cómo es eso de que te sentís sola, que hablaste con tu papá". Y le conté. Le fui sincera. Le dije que con sabía a quien quería más pero también sabía con quien compartía actividades, y que a la vez sabía con quien me sentía más cómoda, con quienes podía dejarme ser. La verdad, no me solucionó demasiado. No pretendía que haga magia. Me dijo que con Las Superflúas ya íbamos a hablar, que mañana podíamos encontrarnos, y que había que estar preparadas para la guerra porque nos iban a bombardear a críticas. Me dijo también que para ella el grupo de "las 5" (Ceci, Caro B, Caro E, Aldu y yo) ya estaba terminado, a lo que yo continué que ahora me chupaban un huevo los grupos y que quería esforzarme por cuidar vínculos y nada más.

Creo que no me dijo nada más relevante. Hablamos de su personalidad, de que es muy amoldable, pero que eso no significa que no tenga personalidad, dice ella. Es verdad, cualquier cosa le viene bien. Salir a tomar mate, salir a bailar, salir a un recital, salir a cenar, salir a charlar en frente del río. Si necesitás que te acompañe, podés contar con ella.

Ahora me acuerdo otra cosa que me dijo. Además de recriminarme varios sucesos, me dijo que ella y Mari consideran que quiero tener siempre a todos atrás, al pedo, para no darles bola. Le dije que no. Porque no es así, al menos yo no lo siento así, pero de todas maneras voy a intentar ver cómo soy con ellas con el tema CHICOS porque como dije en la entrada anterior, yo ya venía percibiendo que algo no venía bien en cuanto a eso. Y no voy a permitir que pibes insignificantes en mi vida me jodan mis amistades, no. Con Mari no hablé y por lo de que los eché de mi casa ella se quedó muy enojada, pero de a poco todo se va a calmar. Ese hecho, aunque me importaba mucho al día siguiente, después me chupó un huevo, otras cosas mucho más graves ocuparon su lugar, como que más allá de eso ESTOY SOLA. Pero tal vez no sea tan así. No sé. Sólo sé que no sé nada.