domingo, 11 de abril de 2010

El subibaja

Puede ser que incondicionalmente lo haya hecho a propósito. ¿Se acuerdan lo pasado con Alejandro y Ulises? ¿Que con Ale todo bien, aunque algunas cosas me jodían, y con Ulises parecía ser el final? Bueno, evidentemente nada iba a quedar así. Por como soy yo. Nunca me quedo en el molde, de ninguna de las dos maneras: quiero decir, no todo iba a quedar perfecto con Ale, y no era el final (un carajo) con Ulises. Y, obviamente, ésto último no lo digo porque vino a mi casa, tocó el timbre y le rogó a mi mamá que yo le abra la puerta porque yo me hacía la difícil, y cuando mamá vio el ramo de rosas rojas que traía para mí decidió abrirle de todas maneras y él me llenó de besos y decidió ponerse las pilas. Claramente eso no pasó.

No sé por cual de los dos empezar, porque todo pasó una misma noche. En un transcurso de una hora supongo. Eso es lo que digo que tal vez de manera inconsciente busqué. Que justo en un rato el subibaja cambió su posición. Creo que primero fue lo de Ale, así que por ahí voy a empezar.

La noche del miércoles le había dicho que baje un cambio, que todo bien pero yo estaba en un momento en el que no pensaba absolutamente para nada en el futuro y me dedicaba a vivir un buen presente. A salir con él y que la pasemos bien, a verlo de casualidad o no, pero nada serio, nada buscando un futuro, porque aunque eso me causó discusión con papá, no me interesa.

Por ese momento creí que se había enojado, pero al día siguiente, el jueves, me mandó un mensaje invitándome a almorzar. Le dije que no podía porque tenía que estudiar o algo así. Pero era una mentira, con Ulises me hubiera escapado a Marte si era necesario. Simplemente no tenía ganas. Llegué a mi casa, me conecté, y me dijo si al día siguiente quería acompañarlo a hacerse unas fotos con x persona famosa. Naturalmente soy una cholula, seguramente sea un defecto. Sin embargo le dije que no. Y quien me conoce, no podría creerlo.

Me llamó mi tía, Vale, la hermana de papá. Una ídola, mi consejera de siempre. Le conté todo ésto, que nunca me daban ganas de verlo y que a pesar de todo me parecía muy lindo y dulce, aunque tampoco le llegaba a creer el personaje. Y Vale, muy sabiamente, me dijo: si ahora, que ésto recién empieza, y aceptás que es muy lindo y te trata tan bien, no te pasa nada, después menos te va a pasar. Ahora es cuando debería estar toda la magia. Y le di la razón. Yo ya estaba podrida de él, de fastidiarme todas las tardes porque él me hablaba. Definitivamente algo no estaba bien.

Así que cuando volví a la computadora le dije que esto no va ni para atrás ni para delante. Cambié en un toque. Sí. Un segundo antes le había dicho algún chamuyo, o mejor dicho, le había devuelto uno de él. Pero yo lo re forzaba, lo recontra forzaba. Acá dejé constancia de eso. Pero supongo que para él debe haber sido un cambio excesivamente abrupto.

Vilma dice: che, Ale, ésto no va ni para atrás ni para delante.
Ale dice: por qué decís?
Vilma dice: no pretendo que me entiendas, sólo quiero decirte lo que me pasa. Me parecés tan lindo y bueno, sin embargo no puedo dejar de acordarme lo que sentía con el chico con el que estaba antes, y no puedo evitar compararlo. Le mentí, circunstancialmente. No tengo anterior, obvio.
Ale dice: y por qué no me lo decías al principio? Yo te fui queriendo cada vez más
Vilma dice: porque no me doy cuenta de las cosas hasta que las tengo hiper encima. Perdón.
Ale dice: no te preocupes. Bue, qué se yo, ojalá que te de bola.
Vilma dice: yo pensé que igual de vez en cuando podríamos vernos...
Ale dice: no sé. Realmente a mí me pasaban cosas serias con vos. ¡Pibe, nos conocemos hace dos semanas!
Vilma dice: (sin intención de ser cruel, lo juro) tan rápido?
Ale dice: sí, tan rápido. No hay tiempo para el amor. Ya te expliqué por qué hiciste que te quiera así.
Vilma dice: igual, la verdad, nunca te creí que me quisieras ni nada de lo lindo que me decías. No por vos, si no por mí. Porque nunca creo poder hacer sentir eso a otras personas. Y por eso seguí, aún sin saber qué me pasaba. Creo que nunca le fui tan sincera.
Ale dice: mirá, yo antes de estar con vos estaba en otra, pero fijate que siempre te dije que me encantabas, y si te acordás, después de que me dabas besos, te miraba mordiéndome los labios porque no podía creer lo linda que eras (sos), y estar con vos. Pero bueno, ya está, no recuerdo porque me pongo mal. Me voy a escuchar música. ¿Pintó el culebrón?
Un par de patrañas más. Después lo charlé con amigas y me dijeron que tuve poco tacto, que fui muy repentina y que en algunos momentos fui algo venenosa. Juro que sin intención, aunque como le dije a él, considero imposible haberle hecho sentir todo eso y más todavía sabiendo el poco tiempo que pasó. Soy simplemente Vilma. Entiendanlo. No logro tanto en otras personas.

Así termina capítulo Ale, el cual no creo que nunca más vuelva. Porque si me lo cruzo y yo quiera darle un beso, él va a negarse. No lo conozco mucho pero eso siento. Bueno, resumo lo de Ulises y no los aburro más. Creo alguna vez haberles contado que tenemos una amiga en común, Male, pero realmente es amiga mía. No me acuerdo bien qué le dije que le diga, pero lo agregué de vuelta a Ulises a facebook. Me aceptó.

Un rato después me habló en el msn, donde teóricamente él me había desadmitido (eso le había dicho a Male, pienso que en el caso de que hubiera sido verdad pero volvió a admitirme cuando lo agregué de vuelta a facebook, lo hizo porque se sentía demasiado rechazado, y teniendo en cuenta que se cree mil, es un atentado para su persona). Escribo la conversación y no los aburro ni un poco más porque ya no hay más nada que contar.

Ulises dice: qué onda?
Vilma dice: qué onda qué? Bue, ya sé por qué me preguntás. Soy una flashera, no me des mucha bola, dale?
Ulises dice: ok
Vilma dice: y tampoco te ortives
Ulises dice: no te entiendo
Vilma dice: qué no entendés?
Ulises dice: nos llevamos bárbaro, un día me eliminás de facebook y no sé qué carajo me decís, después me agregás y me tratás con tu mejor sonrisa.
Vilma dice: está bien, yo tampoco me entendería.
Ulises dice: y... La verdad que sos complicada.
Vilma dice: bueno. Igual me querés, estoy segura.
Ulises dice: obvio que te quiero, y como encima nos estábamos llevando tan bien me sorprendí un montón.
Vilma dice: bueno, olvidate que haya pasado todo lo anterior.
Ahí seguimos hablando con normalidad, él medio cortado, pero siempre es así por MSN. A los dos días fui a buscar a Male al colegio, y va al mismo colegio que él. Mai, otra amiga en común, pero que es muchísimo más amiga de Uli, aunque sé que puedo confiar en ella, fue a avisarle que yo estaba y él le dijo "bueno, salgamos pero hagamos como que no sé". Cruzamos dos palabras y no podía sacarle los ojos de encima. Le sonreí mucho aunque menos de lo que me hubiera gustado.

Y mis "historias" me aburren hasta a mí.