lunes, 29 de marzo de 2010

Más por menos para mí es igual

Estoy muy aburrida de la monotonía. Aunque igual me divierto mucho, es raro. Tengo ganas de que pasen cosas locas; de que haya quilombos, de pelearme con personas, de discutir mucho con alguien y tener fijas mis convicciones, de realmente tenerle bronca a alguien, de poder decir me cae mal equis persona y llevarlo adelante y no de que todos me caigan bien y ponerles siempre mi mejor sonrisa.

Estos últimos días me vi bastante peleadora y me divertí, pero como siempre volví a la normalidad. Estaba como fuera de mis casillas, cuando algo me caía mal, contestaba mal y ponía mala cara en vez de sonreir y fumarme el maltrato del otro. Y la verdad me gustó. Pero todo concluye al fin.

Ayer discutí un montón con Papá porque él dice que quiere que haga algo de mi vida y yo insisto en que estoy bien así. Le dije que creo que él quiere que haga algo porque él de su vida no hizo nada y no quiere que termine como él (fui cruel, ahora puedo percatarme, pero no lo dije con crueldad) y me dijo que que puede ser. Lo dice con toda la tranquilidad del mundo como si fuera lo correcto y creo que es el peor error que puede cometer un padre.

También me dice que tengo que pensar en un futuro, y yo le contesto totalmente lo opuesto. Que ya tengo tiempo de ocuparme de lo que va a venir, que vivo mi adolescencia y ahora sólo quiero pensar en el hoy. Que no me interesa empezar un taller literario o hacer algún deporte, que ya cuando termine la secundaria haré la carrera correspondiente. Ahora simplemente quiero dedicarme a hacer lo que estoy haciendo: ser suficientemente responsable con el colegio, salir, dormir siesta, mirar televisión y series bizarras yanquis.

Además siento que me compara con mis hermanas. Siento que como Candela es realmente una triunfadora dentro del hockey y Ludmila es "tierna" dentro del hockey para su edad, yo soy la mancha negra. Que cuando alguien les pregunta que qué hago yo a él o a mamá se sienten hiper incómodos y no saben qué decir. A mí eso no me jode. No me jode contestar "nada". Pero estoy segura que a ellos sí.

Definitivamente diferimos en ideología. Él es de esos que se la pasa trabajando pensando en un mañana y olvidándose en que si se pasa la vida pensando en mañana absolutamente nunca va a disfrutar, porque mañana va a estar pensando en otro mañana. Yo planteo una posición opuesta en la que expreso que sólo quiero disfrutar el hoy. Sin embargo, a la hora de discutir con él, me muestro mucho más segura de lo que en realidad estoy. Pero que no tengo ganas de hacer nada extraescolar, definitivamente es así.

Obvio lloré y obvio me angustió mucho. Le discutía con una seguridad increíble pero era excesivamente bizarro e incoherente que hable con tanta seguridad y con lágrimas eternas en los ojos. A veces no entiendo cómo no le doy pena. Porque así como yo puedo ser hiriente, definitivamente él lo es conmigo, aunque sin querer, porque es mi papá y no dudo que quiere lo mejor para mí.

Por otro lado, Ulises. Ayer chateamos. Primero me pidió consejo con una piba. En realidad me dijo "está bárbara y no sé qué hacer", y me di cuenta de que me cansé de él y que cada día me gusta menos. Me tiene realmente podrida. Entonces me hice la amiga y le dije algunas estupideces típicas y después le dije que se olvide de que quiero estar con él porque ya fue, que me hable como amigos porque ya me cansé de buscarlo. A cualquier persona madura le parecería pendejo, a mí me parece pendejo y ni soy madura, pero como él es pendejo supongo que le shockeó un poco que se lo haya dicho y no le pareció una actitud inmadura de mi parte.

Lo mejor de todo es que de verdad perdió un papel tan importante en mi vida. Era cómico que alguien que conocía tan poco me desvele cuando quiero dormir. Eso va de la mano con mi ausencia de sentimientos, mi poco conocimiento de amor y todas esas cosas. Sin embargo lo viví lindo, me llenó cuando podría haber estado vacía y sin embargo me deja un chico más a la lista de "buscados". Porque por más que ya no lo persiga, estoy segura que voy a tener mi posibilidad con él y no voy a desperdiciarla.

Por último, el sábado a la noche fui a bailar y conocí un chico que en realidad ya conocía pero nos habíamos peleado muchísimo en un pasado, Ale. Me gusta sólo físicamente y me falta esa atracción, pero la verdad que es muy, muy lindo y encima vive cerca de casa. Me invitó a salir y, extrañamente sabiendo cómo soy, le dije que sí. Así que esta semana seguramente salgamos. Me da un poco de nervios, pero nada insoportable, porque ya estuvimos juntos y la mejor onda, pude ser yo sin problema.

Lo que me gusta de él es que más allá de elogiarme físicamente y no dejar de hacer los chamuyos típicos me dice que soy muy simpática y que le encanta, que le encanta como soy. Y sé que también ese es uno de esos chamuyos pero yo conozco las típicas chicas con las que él está. Esas limitaditas mentalmente que lo único que pueden pensar es en la ropa que van a ponerse mañana o en el color con el que se quieren pintar los ojos de ahora en más. No soy Einstein ni Galeano pero gracias a Dios estoy lejos de eso.

domingo, 21 de marzo de 2010

Figuritas repetidas y figuritas imposibles

Todo está bastante bien, aunque aburrido. Me suena a que así va a seguir por un tiempo y me pone de mal humor. Ayer a la noche fui al teatro con Jazmín, Ceci y Cami. La obra estuvo buena, y después las acompañé a la parada que se iban todas a lo de Ceci. Me recriminaron que no fui, miles de veces, y temo que después me hayan criticado por eso. Aunque pienso un poco y me doy cuenta de que eso pasaba con las Superflúas, que las Pizzabirrayfaso son diferentes.

En ese rato desde que salimos del teatro y fuimos a su parada la pasé bárbaro. Me gusta mucho hablar con ellas, me gusta cómo son. A Ceci ya la conozco muchísimo, y a Cami y Jaz las estoy conociendo cada vez más internamente. Creo que me quieren y ya me van haciendo sentir parte de todo eso. Antes de ir para el teatro Ceci me dijo "dale, quedate a dormir en casa, que nunca estamos las cinco" (porque iba a ir Marina también). Me impresionó un poco. Hace un par de meses decir "las cinco" hubiera hecho referencia a las Superflúas.

Sin embargo, no fui a lo de Ce. Fui a una fiesta que al final no entré, después me fui con otras personas y terminé entrando sola a una fiesta acá a una cuadra de casa. Pasé caminando, me gritaron del balcón, yo estaba más deprimida que ateo en navidad, llegué hasta la puerta de casa, pensé que tenía ganas de ir, pero mamá y papá habían salido a llevar a Candela al aeropuerto. Entonces me di cuenta que no podía arriesgarme. Pero me dije: si están los tres autos, voy. Uno, dos... ¿Es ese? Sí. Listo. Pegué media vuelta y fui.

No fue nada en particular, tenían todos alrededor de veinticinco años y yo tengo quince, no me reten, seguramente no tengo que hacer ese tipo de cosas, pero nunca en la vida hubo una fiesta a una cuadra de casa, y no es que vivo en Palermo que eso se da todos los días. Estuve un rato y me fui. Mi noche había tomado otro tipo de color. Porque hasta ese momento era aburrida y todo había salido mal, y ni siquiera es de esas noches que viviste cosas graciosas aunque fastidiosas y negativas. Entonces ahora me quedó el recuerdo de algo turbio y gracioso. Soy una inconsciente, hola, sí, mucho gusto. Pero bueno.

Estoy muy aburrida y siento que mis días ahora se van a caracterizar por eso. Estuve estudiando, ya no aguanto más, estudié tres páginas de una guía de historia, y aunque lo tengo hiper entendido, no creo tenerlo memorizado. Seguiré estudiando mañana.

Por otro lado, hoy fuimos a un criadero de perros con papá, mamá y Ludmila. Teníamos una perra, la que tuve toda mi vida, y se murió en diciembre, así que desde ahí que estábamos pensando en tener otro. Ya señamos, falta que tenga los 45 días de vida y se viene para casa. Eso me tiene bastante bien. Es un cambio necesario, una renovación de vibra en casa. Aunque me va a estresar un poco el hecho de educarlo y eso, supongo que será una nueva fuente de cariño.

Esta entrada está llena de temas inconclusos pero quiero contar otra cosa más. Me di cuenta que estoy angustiadísima y que necesito amor. Así, muy a lo all you need is love, estoy segura que es así. Si prefiero salir antes que estar en una casa con amigas no es por nada más que porque estoy buscando un chico. Pero no un chape, no es eso lo que me importa, eso no me llena. Estoy buscando que me quieran y aprender a querer. Que me enseñen, que me cuiden, que me traten como merezco.

Dicen que esas cosas cuando menos las buscás es cuando aparecen. Pero no puedo evitar tratar de buscar situaciones raras. Por ejemplo, en esa fiesta, yo soñaba flechar amor. O caminando sola por la calle, o en el colectivo, o en los momentos menos esperados. Necesito poder poner una canción de amor y llorar un poco. A veces esa necesidad es tan intensa que me pongo a pensar en Ulises, ese gil que lo conozco hace tan poco y me miento cuando me digo que lo quiero y que va más allá que una histeria. Cuando lo elimino como posibilidad, me doy cuenta de que no puedo, porque no tengo en quién pensar, no tengo a quién extrañar. Estoy deprimida y angustiada. Nadie me entiende y tampoco pretendo que lo hagan.

Sean felices, amen, aprovechen cuando las emociones coinciden, muchos nos gustaría poder estar en su lugar. Ok, ahí vienen con la típica "relajate, tenés quince años". Bueno, tengo quince años pero necesito amor! ¿Hay alguna edad estipulada para necesitarlo? Igual es todo mi culpa. O de mi inconsciente que en el fondo quiere estar solo. Porque apenas ese que tanto me gusta me da bola, después de ese beso, esa emoción que me tiene loca tiende a desaparecer. Estoy esperando la excepción que confirme la regla.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Cada pieza en su lugar

Y después de días de llanto extremo y una crisis insoportable, ya puedo sentir que estoy en mi lugar (quienes nunca leyeron no van a entender nada, así que les propongo leer ésto y ésto). Las clases empezaron, la rutina ya me está poniendo de mal humor, pero ese no es el punto. Todo se ordenó. De las Superflúas sólo quedan dos en mi curso, lo que hace que seamos cuatro Pizzabirrayfaso. Sí, me estoy incluyendo en ese grupo y no es por nada.

No tengo sus hábitos, pero de todas maneras me siento realmente cómoda con ellas. Con las Superflúas nunca nos juntamos a hablar, aunque teóricamente es algo pendiente. Salvo con Caro E., que sé que no tiene nada que ver, sólo se dejó arrastrar un poco, no me interesa para nada ni discutir ni reconciliarme. Las cosas están frías, podemos compartir una conversación, un chiste, etc., pero para los ojos de cualquiera es obvio que nada es igual. Inclusive ellas ya desistieron de decirnos que vayamos a buscar a Caro B., porque con Ceci nos negamos.

Ceci tiene muchas ganas de discutir, está muy segura de todo y quiere salir victoriosa y con razón. Aunque es muy influenciable y siempre a la hora de discutir termina cansándose, amigándose y dándo la razón, ella cree que las cosas, ésta vez, van a terminar saliendo como quiere. Que Aldi, la más soberbia del grupo, del aula, del colegio, y me animaría a decir de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, va a decirle que tiene razón. Lo que temo y pienso que puede pasar es que Ceci termine amigándose. Aunque dice que ni quiere, ni piensa desistir, ni quiere volver a esa superficialidad (en eso coincidimos con Ce, tenemos la misma visión sobre las Superflúas), pienso que el ser tan influenciable puede jugarle una mala pasada una vez más.

Si ella llega a juntarse con el resto de las Superflúas (Aldi, Caro B. y Caro E), por su puesto voy a ir. Es muy relajante ir a discutir sabiendo que ni te importa arreglarte. Significa que podés decir lo que quieras sin temor a la idea tuya con la que se queden. También podés decir: sí, fui una garca, nunca me importó tu amistad. Pero también está el orgullo, el bendito orgullo que siempre pretende que ganemos en toda situación.

No me importa perder, pienso ir y callarme la boca. Que hable Ceci y apoyarla y hacer que no desista, y hacer presencia. Sea como sea, me siento bien, tranquila, conforme. Las Pizzabirrayfaso son tan simples, pero además son divertidas, graciosas, y muy, muy buenas pibas. Encima, al yo separarme de las Superflúas (y da bronca que la razón sea esa, pero bueno), ya me consideran una más y mi relación con ellas es cada vez más estrecha.

Me invitaron ese sábado a ver una obra al teatro bastante interesante. Ese tipo de cosas nunca haríamos con las Superflúas, es demasiado profundo para ellas, y la verdad, me siento mucho mejor ahora. Por más que de a poco voy encajando, por más de que todavía no soy una más, pero me deja contenta saber que no estoy forzando mi forma de ser, ni estoy dejando de ser yo, ni me está costando ser parte. Después de crisis y después de un momento de calma, parece que la calma ya se instaló y se puso cómoda.

Supongo que no faltará mucho para otra crisis, la espero con los brazos abiertos y los dedos preparados para escribirla. Tenga o no que ver con el tema este, si pizza, birra y faso, o tacos, boliche y maquillaje.

lunes, 15 de marzo de 2010

Por todos los dioses del Olimpo

Ulises. Así se llama. Parece no tener ningún problema y estar muy acostumbrado. Uli le dicen. Y yo no sé con qué derecho hago comentario si me llamo Vilma. Mi letra va después que la de él en el abecedario. Ya empiezo a soñar.

Lo conocí hace un mes. Él no paraba de buscarme y tirarme onda, mientras que yo lo rechazaba totalmente. Es casi un año más chico, además no me parecía muy lindo. Un día surgió una fiesta en la que tenía que acompañar a mis primas que son también más chicas que yo, y pensé: ya fue, me lo chamuyo, estoy con él en la fiesta, así no me aburro.

Así fue como empezamos a hablar por msn y a tirarnos onda mutuamente. El día ese llegó, yo había decidido estar con él por pura resignación. Pero él no me buscó, no me habló. Se limitó a darme una flor. Terminó y volvíamos todos en colectivo juntos porque íbamos para el mismo lado. Se sentó conmigo y charlamos. Me empezó a gustar, hasta que cuando llegué a casa de mis primas me di cuenta que me encantaba.

Me puse muy contenta. Era un pibe hiper posible y de un segundo a otro me revolvía la cabeza. Cuando nos saludamos él me había dado un beso en el cachete de esos que te da alguien cuando quiere estar con vos, eso me tenía bien. Todo se estaba dando bien.

Nos conectamos en casa de mis primas, yo feliz para que me hable él (porque claramente iba a pasar) y Mechi, mi prima de 13, feliz esperando a que le hable Fede, el que le gusta a ella. Lo de ella con Fede es un caso aparte, él tiene novia y es más grande, y bla. No es el punto.

La cuestión es que Ulises no me habló. Ni ese día, ni al siguiente. Ambos le hablé yo y recibí respuestas muy cortadas de su parte. Así fue como finalmente terminó de novio con una pendeja que por lo que todos dicen, es muy puta (y perdón pero no puede decirse de otra manera, aunque mamá crea que queda mejor decir "es liviana", y no sé por qué).

Como siempre, se me dio vuelta la tortilla. Ahora, aunque ya estoy un poco más calmada, tengo unas ganas inmensas de estar con él. Quiero que deje de gustarme porque aún estando de novio se mandó varias pendejadas conmigo que me hicieron dar cuenta que no estoy como para estar con un nene, pero a la vez, pienso en que tal vez algún día pueda darle un beso (eso quiero, eso anhelo) y la sensación va a ser realmente pura, feliz; voy a sentirme llena.

Igual, nada depende de mí. Cruzo los dedos por que corte con la pendeja, aunque tampoco creo que las cosas vayan a darse. Ulises se cree mil, y aunque sé que es buen pibe y todo, sé que sabe que me tiene atrás y que eso me resta muchos puntos. Y que lo más probable es que cuando esta pendejita salga del mapa, aparezcan otras, muchas más.

Dioses del Olimpo, me están la están haciendo imposible a mí, no a Odiseo. Media pila.

domingo, 7 de marzo de 2010

Tormenta y calma

Después de ese planteo, tuve una pelea muy grande, pero por una boludés con Ceci y Mari. Vinieron ellas dos y otros amigos de la primaria a casa, me estuvieron pelotudeando como la mejor, les pedí que paren, siguieron, los eché. Estoy un poco loca, puede ser, pero no voy a dejar que me sigan jodiendo y encima dándoles un lugar para estar cómodamente sentados. ¿Pretenden que vaya y les ofrezca algo de tomar, también? Sigan jodiendo que me encanta, dale. En fin, después quedé peleada con todo el mundo. Apenas se fueron estuve llorando hasta que llegaron mis papás, que casualmente no estaban. Puse música deprimente, me tiré al piso, maldije todo lo que me estaba pasando y me declaré oficialmente sola y sin amigos. Llegaron papá y mamá, me descargué y les conté lo sucedido. Me dieron la razón, simplemente eso. Y les di lástima, obvio. Ver a tu hija llorando tirada en la cama, dándote cuenta de que su mejor amiga es la comunmente llamada notebook es tristísimo. Mamá me dio un beso muy lindo y se fue a dormir. Fin de la noche.

Al día siguiente decidí salir con Juli. Una amiga a quien no veo nunca, pero noté que necesitaba sentirme un poco acompañada. Además necesitaba gritar todo lo que me pasaba y Juli es de esas personas que escuchan. Fuimos a un conocido shopping de Capital, dimos vueltas, charlamos. Me encontré a alguien tan deseado como indeseado, todavía no puedo creer lo chico que es el mundo. No le busco una explicación lógica ni tampoco creo que sea una casualidad. No apareció ni mi tío ni un amigo de la primaria ni un amigo de Juli. Apareció él entre tantos otros que podrían haber aparecido. Le conté todo lo de las chicas, el evento de la noche pasada y además mi sensación de sentirme sola. Ceci me mandó un mensaje diciendome que hablemos, pero el día terminó sin más sucesos. Esa noche por msn discutimos mucho, ella se puso necia y aún así me tildó de cerrada a mí. Estabamos discutiendo con cierta agresividad verbal pero siempre con respeto, cuando decidí hacerle saber lo que pasaba de éste lado de la pantalla. Quise que sepa que no era como ella creía, que no estaba sentada frente al monitor maldiciéndola y riéndome de ella, que no estaba muy tranquila escuchando Beethoven y analizando que contestarle. Quería que sepa que los dedos escribían solos, que casi no me pedían permiso, que por más que las lágrimas salen para fuera, hacían que cada vez se me mezcle más todo y no sepa qué carajo decir ni hacer. Estaba muy, muy angustiada.

Le conté que más allá de la pelea de la noche anterior me sentía muy sola, por todo lo de Las Superflúas y ellas, Las Pizzabirrayfaso. Me dijo de encontrarnos a hablar al día siguiente. Acepté y quedamos un horario. Me tranquilicé, aunque no soy de esas personas que sabe hablar con la gente. Pero había que hacerlo. Ceci tenía eso, siempre estaba dispuesta a juntarse a arreglar las cosas. Finalmente fui a la fiesta que tenía con ella y con Mari. Obvio, no fuimos juntas. Nos encontramos ahí, yo fui con otros amigos. Con Mari no hablé mucho, básicamente me dijo "después quiero hablar con vos" y me dio un beso tierno en la mejilla. Con Ceci estuve más tiempo, nos llevamos bien como siempre, como si nada. Pero, al día siguiente, nos encontramos a charlar. Vino a mi casa a las cinco de la tarde. Quisimos ir a hablar al jardín, pero sin embargo había demasiados mosquitos y soy casi alérgica, así que decidimos ir a mi cuarto. Nos acostamos cada una en una cama y empezamos a hablar de la noche anterior. Nos reimos mucho, siempre pasa eso de después de una salida comentarla y cagarse de risa. Ahí me di cuenta que la quiero mucho, mucho, y que la prefiero ante otras. Es feo poner escalas pero, a veces, inevitable.

Después de media hora más o menos, cuando se agotaron las anécdotas de la noche anterior para comentar, me dijo: "Bueno, contame cómo es eso de que te sentís sola, que hablaste con tu papá". Y le conté. Le fui sincera. Le dije que con sabía a quien quería más pero también sabía con quien compartía actividades, y que a la vez sabía con quien me sentía más cómoda, con quienes podía dejarme ser. La verdad, no me solucionó demasiado. No pretendía que haga magia. Me dijo que con Las Superflúas ya íbamos a hablar, que mañana podíamos encontrarnos, y que había que estar preparadas para la guerra porque nos iban a bombardear a críticas. Me dijo también que para ella el grupo de "las 5" (Ceci, Caro B, Caro E, Aldu y yo) ya estaba terminado, a lo que yo continué que ahora me chupaban un huevo los grupos y que quería esforzarme por cuidar vínculos y nada más.

Creo que no me dijo nada más relevante. Hablamos de su personalidad, de que es muy amoldable, pero que eso no significa que no tenga personalidad, dice ella. Es verdad, cualquier cosa le viene bien. Salir a tomar mate, salir a bailar, salir a un recital, salir a cenar, salir a charlar en frente del río. Si necesitás que te acompañe, podés contar con ella.

Ahora me acuerdo otra cosa que me dijo. Además de recriminarme varios sucesos, me dijo que ella y Mari consideran que quiero tener siempre a todos atrás, al pedo, para no darles bola. Le dije que no. Porque no es así, al menos yo no lo siento así, pero de todas maneras voy a intentar ver cómo soy con ellas con el tema CHICOS porque como dije en la entrada anterior, yo ya venía percibiendo que algo no venía bien en cuanto a eso. Y no voy a permitir que pibes insignificantes en mi vida me jodan mis amistades, no. Con Mari no hablé y por lo de que los eché de mi casa ella se quedó muy enojada, pero de a poco todo se va a calmar. Ese hecho, aunque me importaba mucho al día siguiente, después me chupó un huevo, otras cosas mucho más graves ocuparon su lugar, como que más allá de eso ESTOY SOLA. Pero tal vez no sea tan así. No sé. Sólo sé que no sé nada.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Quiero seguir seca aún bajo la lluvia

Y seguramente mañana de día sea igual, la única diferencia es que ahora me digné a tomar consciencia. Decidí ponerle nombre a los dos grupos, aunque es una estupidez eso de los nombres, pero así no tengo que explicar por quien está formado cada uno. Solíamos ser cinco en la secundaria. Ceci, Caro B, Caro E, Aldu y yo. Siempre fuimos muy diferentes, o cada vez fue más. Ceci empezó a juntarse con otro grupo más hippie, conformado también por Marina. Marina, Ceci y yo fuimos juntas a la primaria. No importa como se fueron dando los hechos. El punto es que ahora por un lado está Caro B, Caro E, Aldu y otras nuevas por un lado, a quien a partir de ahora quiero llamar Las Superflúas. Básicamente por la superficialidad. El "otras nuevas" se debe a que por salir una noche son todas nuevas amigas y se aman. Y eso lo veo superficial. Además lo más importante que tienen en el mundo es su ropa. Su ropa y cómo se ven, y pueden estar horas frente al espejo para verse hermosas. Y, sinceramente, no son muy beneficiadas en cuanto a sus dotes físicos. Pero, sin embargo, ellas hacen todo por verse perfectas.

Por otro lado, Las Pizzabirrayfaso. Les digo así porque sí. Serían Ceci, Marina, Jazmín y Cami. De Jazmín y de Cami, verdaderamente, no soy muy amiga. Las quiero y cuando las veo lo mejor, pero no las vi en todo el verano y, a decir verdad, tampoco las extraño ni necesito. Les cabe más la onda hippie, el juntarse en una casa a fumarse un porro, comer una buena pizza y la infaltable: la birra. También les gusta salir, pero salir para ellas es ir a la casa de un conocido a fumar marihuana y tomar fantino. Había decidido orientarme para ese lado, inclusive me estuve viendo muchísimo con Ceci y Mari y ni bola a Las Superflúas. Pero de repente me percato de los estilos de vida diferentes, de que yo adoro ir a bailar, de que me gusta conocer gente, y de que no me gusta fumar marihuana (porque aunque no quiera, eso hace la diferencia, ya que ellas se juntan y fuman, y quieras o no, estás afuera de ese mundito en el que se metieron por un rato hasta que les pinta bajonear y vos todavía tenés tantas pilas que no sabés en qué usarlas).

Entonces pretendo volver a Las Superflúas. A ellas les gusta tomar Gancia, salir a bailar, conocer chicos, y cagarse de risa. No les cabe hablar de la vida toda la noche. En ese sentido me quedo con ellas. ¿Pero está bueno estar con gente que por todo te hace un quilombo? ¿Que está buscando el error del otro para enojarse, en vez de valorar lo bueno? Estuve muchísimo tiempo tratando de ser buena, de no causar lío, teniendo cuidad de cómo actuar para que otros no se enojen. Pero así no se dura, así no se aguanta. Yo no. Un día me canso.

Entonces vuelven las ganas de Las Pizzabirrayfaso. Dispuesta a adaptarme a su vida tan relajada y a la vez, profunda, o de salir de vez en cuando con Ceci (que debo decir, se adapta a todo) a los lugares que a mí me gustan; encuentro otro problema. De repente noto cierta envidia en Ceci y Marina. No es por creerme, acá no necesito creerme nada. Pero de repente veo que me miran mal o me tiran abajo a los que me gustan. Y me doy cuenta de que muchas veces los que nos gustan a las tres (así, del estilo platónico) me terminan dando bola a o mí, o que cuando hablo de el que no me da bola (que casualmente es el que me gusta) digo que no puede ser que sea así y me encuentro totalmente sorprendida. Ellas comparten el luchar por los pibes, comparten que lo más obvio sea que el pibe no quiera estar con ellas, y la verdad, a mí me pasa lo opuesto. Estoy rechazando todo el tiempo uno tras otro, y justo el que me gusta, es el que me la complica, y no es casualidad, obvio.

Me encuentro con que no me siento cómoda con nadie, con que ningún grupo me cierra, con que de repente me siento muy sola y diferente a los otros. Hablé con papá y me dijo que lo que pasa es que no estoy dispuesta a perder nada, y que quiero caminar bajo la lluvia sin mojarme y que es imposible. Que tengo que decidir que hacer, que tampoco es necesario que elija un grupo para estar el 100% del tiempo, si no que puedo estar en el medio, disfrutando de unas y de otras lo que quiera y pueda.

El problema es que Las Superflúas, básicamente, demandan 100% de uno, y que si te vas con Las Pizzabirrayfaso, ellas consideran que te pasás de bando, y te miran mal, y te tenés que fumar que te critiquen en tu ausencia. Las Pizzabirrayfaso son mucho más simples, pero a la vez, ven como totalmente huecas y vacías a Las Superflúas (se equivocan a medias), y si te juntás con ellas, te catalogan como una huequita más que no sabe nada de la vida y sólo le importa la marca de ropa que le pintó ponerse.

Lamentablemente es todo bastante vueltero. Por más que existe la posibilidad de estar en el medio y "no ser protagonista en ningún grupo", como dice papá, eso me va a hacer tener una amistad mediocre con todos. Y, a decir verdad, todavía no me puedo desquitar del sueño de tener esa mejor amiga que es como tu hermana.