martes, 27 de abril de 2010

Contate otro

Es una entrada muy mal escrita la que hice, así que a pesar de ya haber publicado, borro y escribo de vuelta.

Estoy muy dependiente de Ulises, a pesar de que lo borré del msn lo busco en el chat de facebook para saber si está conectado y a partir de ahí, si es que está, paso de estado "conectado" a "no conectado" y de vuelta "conectado" para que le sale mi ventana en su msn y me hable. No sirve para nada. Además lo hago aún sabiendo que si me habla, no voy a contestarle.

No sé más que hacer. Siento que la situación se me está yendo de las manos. No lo veo nunca, y prometo que eso en vez de ser un factor positivo, hace que cada vez me resulte más difícil olvidarme. Lo tengo rebotando en la cabeza las 24 hs., de a ratos me desconcentro en clase y me empiezo a preguntar qué hubiera pasado si en vez de decirle alfa le decía beta, o imagino hipotéticas situaciones futuras en las que me lo encuentro por la calle, o él me viene a buscar en mi casa desesperadamente, o en un brote psicótico le estampo un beso cuando entro en la mitad de una clase suya de geografía, aunque vayamos a colegios diferentes.

Después vuelvo y avanzamos como tres párrafos sobre física cuántica y ya no puedo engancharme. "Ya fue, sigo". Y me sigo destruyendo la cabeza, y creando más sueños, más expectativas, para un rato después caer y decirme: Vilma, querida, nada de eso va a pasar.

Lo odio, lo odio porque él logró su cometido o al menos nada de lo que me pasa le afecta; lo odio porque esa noche empecé ilusionada, después me desilusioné cuando Male me dijo que no quería estar conmigo, después volví a ilusionarme cuando después de la primera charla me hicieron saber que dijo que iba a estar conmigo, y por último cuando me acerqué a hablarle por segunda y última vez me llenó en dudas; lo odio porque me tiene a sus pies; lo odio porque se hace en inocente e ingenuo y creo que bien sabe cómo hacer para tenerme ahí y además se aprovecha de eso.

Y además, además de todo: lo odio porque no lo odio ni un poco.

Extraño aquellos tiempos en los que hablaba de hockey, extraño poner hockey como una etiqueta. Sí, estaba estresada y angustiada, pero angustias de otra índole. Y pensar que pedía historias, y pensar que pedía amor. Ésto no es amor, pero es una historia. Poco interesante, monótona y seguramente sin final, sin ese beso.., pero es lo que me pasa.

Nadie los obliga a continuar leyendo. Lo único que les pido es que entiendan que esta es la historia para mí porque nunca viví una verdadera. Pero les pido disculpas, un poco, si sienten esto excesivamente exagerado, si lo comparan con las apasionantes historias de sus vidas y da pena que ocupe tanta importancia en mi vida... Pero no puedo evitarlo, y si no lo oculto en mi vida cotidiana (porque ni siquiera soy algo inteligente como para saber ocultárselo a Ulises); tampoco voy a ocultarlo en una maldita página de internet.

domingo, 25 de abril de 2010

Re-mando

Ayer, sábado a la noche, me colé en la fiesta de quince una chica que no conozco sólo porque es amiga de Ulises. Me puse lo más linda que pude aunque, obviamente, no llegué a estar conforme. Tenía que estar más. Él ni se imaginaba que yo iba a aparecer. Pero no se mostró muy sorprendido cuando me vio, simplemente noté que entre su grupito de amigos decían muy poco disimuladamente "qué hace ésta acá?".

Las cosas entre nosotros finalmente estaban normales. Hablábamos por msn cuando él se dignaba a hablarme o cuando yo superaba mi orgullo y mi sensación de va a pensar que soy una pesada o se va a dar cuenta de que me gusta y terminaba hablándole, aunque conservando cierta distancia porque eso de que yo había hablado me pesaba un poco.

Male, esa amiga en común que tenemos, en la que Ulises confía mucho pero ella me cuenta absolutamente todo, me contaba que lo que hablaba con él era que estaría conmigo. En síntesis, en el hipotético caso de que nos viéramos en un ambiente que diera, me daría un beso. Y, pensé yo, una fiesta era el mejor lugar.

Le pedí a Male que me tanteé el terreno esa noche. Estaba yo bastante optimista. No sé bien por qué. La vi hablando, me veía las expresiones de ambos. La conversación fue cortísima. O todo era muy malo o excesivamente bueno. Y, en general, las noticias que me traía Malena eran buenas. Llegó y me hizo el signo del pulgar para abajo. Pensé que era joda, no sé por qué.

Le dije que qué onda con Vilma y me dijo que nada, que ni hablan. Le dije si iba a estar con vos y me dijo que no quería. Se me cayó el mundo. Yo soy culpable, yo soy la que sueña sin herramientas. Male me decía todo bien, Vil? y le dije que sí todas las veces, no podía quedar tan pelotuda de angustiarme por un gil que conozco poco, de haberme hecho ilusiones aunque él no me chamuya desde hace muchísimo tiempo.

- Me da bronca, boluda. Una vez que me había decidido a ir y encararlo yo, porque sé que ni en pedo, aunque quisiera, él va a venir, me decís que no quiere estar conmigo.
- Andá y encaralo igual! - me respondió la entusiasta muchachita de pequitas, Malena.
- No puedo. Yo no soy así. Además quedo como una pelotuda...
- A vos siempre importándote cómo quedar.
- Y sí. Porque las cosas van a salir o muy bien o muy mal. Porque si finalmente no me da bola, que es lo más probable por lo que te dijo, se van a cortar esas charlas por msn...
- ¿Y qué mierda significan para vos esas charlas por msn? Además decís que últimamente ni te habla. No seas boluda, no tenés nada que perder.

Obvio, me convenció. Llena de nervios quedamos en que ella iba a subir con él y yo iba a estar arriba, que había como un salón chiquito, e iba a ir donde estaban y empezar a hablarle. Así fue, casi me muero de esa sensación extraña en la panza, pero lo superé. Voy a tratar de reproducirlo lo más objetivamente posible y lo que mi memoria me permite:

Yo: qué onda?
Él: todo bien.
Yo: no te digo ese qué onda.
Él: qué onda qué?
Yo: ya sabés de qué onda te estoy hablando.
Él: ... no sé
Yo: no te hagas el boludo
Él: nada, no sé, boluda...
Yo: bue.
Él: somos amigos.
Yo: no somos amigos. Tratemos de recordar cómo se fueron dando las cosas. Me chamuyabas..-
Él: te chamuyaba hasta que me di cuenta que eras re buena mina y te prefería como amiga.
Yo: no vengas con ese chamuyo, por favor.
Él: te estoy hablando en serio!
Yo: bueno, pero amigos no vamos a ser nunca porque me gustás.
Él: pero, ¿cómo te puedo gustar si me conocés tan poco?
Yo: lo que significa "gustar" es relativo. Quiero estar con vos, ese es el punto.
Él: es que si estamos vamos a dejar de hablar...
Yo: no, tal vez no. Lo que es seguro es que si no estamos vamos a dejar de hablar.
Él: ¿por qué?
Yo: porque no voy a querer hablar más con vos porque no me sirve. No me hace bien.
Él: Dejame pensar un segundo.
Yo: ...
Él: si te doy un beso, ¿te olvidás o te enganchás más? me puse a pensar mucho. ¿Qué quería que le responda? Por un momento pasó por mi cabeza la idea de que él hacía todo eso porque quería que yo no me olvide nunca, porque se percataba de mi histeria. Sin embargo caí a la realidad y creo que quiere, o quería, que me olvide.
Yo: ¿vos qué querés que pase?
Él: decime vos.
Yo: buen, la verdad es que yo sólo quiero ese beso. Después te prometo que te dejo tranquilo.
Él: pero te vas a enganchar más... ahí me percaté de sus intenciones.
Yo: no, de verdad que no.
Él: bueno, dejame pensarlo.
Yo: ok, pero después te corresponde a vos venirme a buscar a mí, okey?
Él: sí.

Nos separamos, volví con mis amigas, me fumé un cigarrillo. Esa sensación extraña en el estómago había desaparecido por completo. Me sentía sumamente feliz, por más que me había dado cuenta que era más posible el no que el sí. Me sentía más suelta, más relajada. No sentía ninguna pelota en el estómago impidiéndome bailar o hablar.

Subió Malena y me dijo que Ulises la agarró en las escaleras y la puteó un poco, y después le dijo "hoy me la como". Sorry, así lo dijo, así me lo contó Male y así lo voy a traducir acá. Me puse feliz. Otra vez estuve en el cielo.

Habrán pasado dos horas u hora y media, y no me vino a hablar. Ya estaba de mal humor otra vez, aunque en éste momento me gustaría volver a esa hora y media de espera a ese gran momento, de sueños, de esperanza. Lo exagero pero prometo que lo siento así, para mí era importante.

En un momento estaba yo arriba parada por ahí y él sentado solo en el sillón. Por ahí soy una pesada o me tomé demasiado en serio eso de ser frontal, pero fui y le dije. ¿Y? ¿Lo pensaste? Me dijo un millón de veces, y no exagero, no sé, me decía que sentía que me estaba usando y yo le dije que en todo caso era al revés porque la que sí quería de verdad ese beso era yo. Me decía cualquier excusa pelotuda, pero nunca se animaba a decir que no cuando yo le decía listo, yo entiendo que eso es no, ahora decime "no, Vilma" en la cara y no te molesto más.

La conversación siguió así, sin sentido, hasta que se empezaron a prender las luces y me dijo hay que ir a brindar. Le di un golpecito irónico en la mano, me levanté del sillón, y bajé la escalera. Esa caminata fue mucho más que una caminata. Con Ulises se terminó. Yo soy casi una mujer y él un pendejo. Yo, que soy mujer, tengo muchos más huevos que él, que no se anima a decir que no.

Papá me dijo: estás contenta por lo que hiciste, no por los resultados. Cierto, es por eso. Pero lo que importa: estoy contenta y conforme conmigo misma. Y además me di cuenta de todo lo que valgo y lo poco que vale él, y de que definitivamente algo mejor me espera por algún lado.

Aunque me muero por ese beso...

jueves, 22 de abril de 2010

Si solteros a los 30, nos casamos

A Gabriel lo conocí cuando tenía cinco años. El recuerdo más vivo que tengo es el del primer día de preescolar. Él no hablaba, venía de Francia. Pero sabía castellano, había vivido sólo un año allá. Simplemente no se animaba. Lo acorralé atrás de una mesita de esas para cuatro personas bien bajitas que hay en el jardín y le dije: si no me decís tu apellido no te dejo salir. Purria Rey, me contestó nervioso. Punto para Vilma.

Los años en ese colegio al que tanto le debo, fueron pasando. Terminamos el jardín, años y años de primaria. Yo era de esas chicas lindas de la cual todos estaban enamorados. No es por creerme mil, era una nena, pero así lo recuerdo. O sea, nunca nadie me lo decía, inclusive, como son los nenes, todos me trataban mal y yo sufría mucho. Pero años después me lo confesaron. Gabi fue uno de esos.

En cuarto y quinto grado estuvo muy enganchado conmigo. Tan enganchado como se puede estar a esa edad. Que sentís que el corazón te late fuerte, que podés llegar a sentirte muy atraído por alguien y todavía crees que existe el amor puro y la felicidad completa. Creo que es la mejor edad para creer estar enamorado.

A mí, en cambio, me gustaba alguno de los malos de la clase. Gabi era simplemente alguien que me era indiferente, a mí me gustaba Nicolás. El peor, el más malo de todos, el más peleador, el que peor se portaba en las clases. Siguieron pasando los años.

En sexto grado las cosas cambiaron. Los chicos empezaron a sentirse atraídos por las chicas que tenían tetas y yo, la verdad, dejaba que desear. Hasta segundo año que algo extraño pasó en mi cuerpo. Pero eso no viene al tema.

De repente nadie estaba interesando en mí. Y a mí me gustaba uno un año mayor, que ni siquiera me miraba, que me dio un cinco en uno de esos jueguitos crueles en los que le ponías puntaje a la persona que te decían. Quien iba a decir que ahora es un gil que me habla por msn y no dudo en poner esc.

En séptimo grado me enamoré de Gabriel. Le escribí cartas, miles de cartas, lloré por él, escuché canciones y me hicieron sufrir mucho. Obvio, no me enamoré. No conozco el amor. Pero en ese momento estaba segura de estarlo. Sin embargo, ahí él ya se había subido al caballo. Era de los más buscados a pesar de que nunca tuvo belleza física, mis amigas de ese entonces se le tiraban encima todo el tiempo aún sabiendo que me gustaba. Y Vilma todavía no sabía hacerse valer (...ahora sabe?).

Gabriel me trataba muy mal, y además era muy influenciado por Nicolás, el malo de la historia, su mejor amigo. Yo nunca tuve duda de dos cosas: primero, Gabriel nunca hubiera sido así si no hubiera sido por la influencia de Nico. Que ahora es un divino y cuando salimos los de la primaria me sorprende verlo tan maduro. Y, la otra cosa de la que estuve muy segura: Nico me trataba pésimo y hacía que Gabi también lo haga porque él estaba enganchado conmigo desde cuarto grado. Que me gustaba también en cuarto grado. Esas cosas de niños... (¿algo pendiente?)

Un día, en la casa de otro amigo que no voy a nombrar para no enquilombar con los nombres, que Nico no estaba, Gabi me dio un beso. "Tranzamos". Eso fue para el vocabulario de la época. Fue increíble, o sea... Nada romántico a pesar de que fue a la noche en una terraza. Acabábamos de comer papas fritas, mi amigo el dueño de casa nos cortó el beso a los cuarenta segundos porque en eso habíamos quedado y etc.

Cuando volvimos al departamento Gabi llamó a Nico para contarle y al otro día, en el colegio, hicieron los dos comentarios burlándome y además para hacerme poner mal. Antes de esto Ceci se había tranzado a Gabi. A ella le gustaba también. Otra de esas cosas que pasan en la primaria... A todas les gusta el mismo al mismo tiempo. No importa, no viene mucho al caso.

El tiempo siguió pasando. Terminamos la primaria, él me siguió tratando muy mal, y lamentablemente, o no, porque no imagino la vida de otra manera, mi primaria no tenía secundaria. Todos nos separamos. Pero Ceci, Mari y Gabi fuimos a la misma secundaria. A la que voy hoy.

En primer año nuestra relación fue neutra. Creo que no hablábamos. Pero no me volvió a tratar nunca más mal. Tal vez por madurar, tal vez porque Nico ya no estaba o tal vez porque simplemente no daba entrar en un ambiente nuevo y tratar mal a otra persona.

En segundo año nuestra relación fue bastante mejor y en tercero nos hicimos mejores amigos. Con todas las letras. La confianza daba casi asco, la verdad que no soy muy femenina y nunca me cuestioné tirarme un eructo adelante de él o preguntarle si necesitaba depilarme para ver a x chico.

Se convirtió en alguien esencial para mí, a pesar de cosas que me joden, como de toda persona. Sin embargo hace un tiempo que estábamos distanciados. Carpeabamos todo hasta que por una pelea muy pelotuda, nos peleamos mucho y empezamos a hablar, lamentablemente por msn. Nos peleamos hasta la muerte por una boludez, y cuando nos dimos cuenta que eso excedía esa cuestión que había originado la pelea e iba más allá, empezamos a hablar de eso. Las cuestiones que se nombran no voy a explicarlas para no aburrirlos, pero transcribo para que entiendan del desinterés que vi en él. Ésto pasó después de unos días sin hablarnos.

Vilma dice: che, Gabi, cómo es la cosa? Ésto va a quedar así para siempre?
Gabi dice: no sé, así van yendo las cosas
Vilma dice: a qué te referís?
Gabi dice: no sé, que si están así por algo será. Tal vez sea mejor así.
Vilma dice: no puedo creer lo que me decís. Lágrimas de mi lado del monitor.
Gabi dice: por qué?
Vilma dice: porque, Gabi, soy Vilma, vos sos Gabi... Vilma soy! Mi mejor amigo hasta hace tan poco tiempo.
Gabi dice: ya sé, pero todo esto viene en picada hace mucho y no me lo bancaba más. No sé, no quiero apurar para que todo vuelva como antes.
Vilma dice: qué no te bancabas? qué tanto te molestaba?
Gabi dice: la relación.
Vilma dice: qué te molestaba tanto de la relación?
Gabi dice: no sé, ya lo habíamos hablado ésto.
Vilma dice: no lo puedo creer.
Gabi dice: ...
Vilma dice: Gabi, yo te quiero. Sé que vos me querés también. No sé qué tanta vuelta hay.
Gabi dice: sí te quiero, pero en este momento no sé si tengo ganas. Siempre igual y la verdad, ya me harté. Perdón.

Nunca pensé que iba a llorar de vuelta por Gabi, nunca me di cuenta que me iba a angustiar tanto. No crean que confundí las cosas, sentía que perdía un amigo, nada más. La cuestión es que me decidí a, cara a cara, ir a hablarle.

Al día siguiente, o sea hoy, en el recreo de las nueve y media, le dije: hablamos?. Gabi es hombre de pocas palabras, pero de todas maneras alguna tenía que soltar. La situación era la siguiente. Algo así como la conversación de msn. Yo haciéndole preguntas y él contestando "no sé". A veces largaba alguna frase. A todo ésto, miraba el piso o sus medialunas. Y yo, sentada al lado de él pero de frente, lo miraba a la cara.

Mientras hablaba, mientras le decía que no podía tolerar que las cosas se esfumen así, que nos conocíamos hace demasiado como para dejar que todo muriera y otras etcéteras, él seguía mirando el piso. Y en un momento ya no me pude contener. Empecé con lágrimas tímidas. Después era una atrás de otra. Sin embargo tengo la capacidad de que la voz no me tiemble, o me tiemble muy poco. Tal vez por eso no quería mirarme a la cara. No podía con esa culpa.

No sé bien cómo llegamos a eso, pero después de decirme que "le daba lo mismo" y yo angustiarme el triple diciéndole "¿cómo puede ser que te de lo mismo?", me dijo que probemos. Que a él no le servía si era como éste último tiempo que teníamos una amistad mediocre. Que quería de vuelta como cuando éramos MEJORES AMIGOS con todas las letras. Entonces le dije que si de verdad quería eso, yo estaba muy contenta, pero que no lo diga por obligación. Se quedó callado y después, cuando repregunté, me dijo que sí, que probemos.

Lo miré, y no hizo nada, porque él es así. Entonces lo abracé. Y me abrazó. Y lloré en su hombro y fue el abrazo más lindo de mi vida.

domingo, 11 de abril de 2010

El subibaja

Puede ser que incondicionalmente lo haya hecho a propósito. ¿Se acuerdan lo pasado con Alejandro y Ulises? ¿Que con Ale todo bien, aunque algunas cosas me jodían, y con Ulises parecía ser el final? Bueno, evidentemente nada iba a quedar así. Por como soy yo. Nunca me quedo en el molde, de ninguna de las dos maneras: quiero decir, no todo iba a quedar perfecto con Ale, y no era el final (un carajo) con Ulises. Y, obviamente, ésto último no lo digo porque vino a mi casa, tocó el timbre y le rogó a mi mamá que yo le abra la puerta porque yo me hacía la difícil, y cuando mamá vio el ramo de rosas rojas que traía para mí decidió abrirle de todas maneras y él me llenó de besos y decidió ponerse las pilas. Claramente eso no pasó.

No sé por cual de los dos empezar, porque todo pasó una misma noche. En un transcurso de una hora supongo. Eso es lo que digo que tal vez de manera inconsciente busqué. Que justo en un rato el subibaja cambió su posición. Creo que primero fue lo de Ale, así que por ahí voy a empezar.

La noche del miércoles le había dicho que baje un cambio, que todo bien pero yo estaba en un momento en el que no pensaba absolutamente para nada en el futuro y me dedicaba a vivir un buen presente. A salir con él y que la pasemos bien, a verlo de casualidad o no, pero nada serio, nada buscando un futuro, porque aunque eso me causó discusión con papá, no me interesa.

Por ese momento creí que se había enojado, pero al día siguiente, el jueves, me mandó un mensaje invitándome a almorzar. Le dije que no podía porque tenía que estudiar o algo así. Pero era una mentira, con Ulises me hubiera escapado a Marte si era necesario. Simplemente no tenía ganas. Llegué a mi casa, me conecté, y me dijo si al día siguiente quería acompañarlo a hacerse unas fotos con x persona famosa. Naturalmente soy una cholula, seguramente sea un defecto. Sin embargo le dije que no. Y quien me conoce, no podría creerlo.

Me llamó mi tía, Vale, la hermana de papá. Una ídola, mi consejera de siempre. Le conté todo ésto, que nunca me daban ganas de verlo y que a pesar de todo me parecía muy lindo y dulce, aunque tampoco le llegaba a creer el personaje. Y Vale, muy sabiamente, me dijo: si ahora, que ésto recién empieza, y aceptás que es muy lindo y te trata tan bien, no te pasa nada, después menos te va a pasar. Ahora es cuando debería estar toda la magia. Y le di la razón. Yo ya estaba podrida de él, de fastidiarme todas las tardes porque él me hablaba. Definitivamente algo no estaba bien.

Así que cuando volví a la computadora le dije que esto no va ni para atrás ni para delante. Cambié en un toque. Sí. Un segundo antes le había dicho algún chamuyo, o mejor dicho, le había devuelto uno de él. Pero yo lo re forzaba, lo recontra forzaba. Acá dejé constancia de eso. Pero supongo que para él debe haber sido un cambio excesivamente abrupto.

Vilma dice: che, Ale, ésto no va ni para atrás ni para delante.
Ale dice: por qué decís?
Vilma dice: no pretendo que me entiendas, sólo quiero decirte lo que me pasa. Me parecés tan lindo y bueno, sin embargo no puedo dejar de acordarme lo que sentía con el chico con el que estaba antes, y no puedo evitar compararlo. Le mentí, circunstancialmente. No tengo anterior, obvio.
Ale dice: y por qué no me lo decías al principio? Yo te fui queriendo cada vez más
Vilma dice: porque no me doy cuenta de las cosas hasta que las tengo hiper encima. Perdón.
Ale dice: no te preocupes. Bue, qué se yo, ojalá que te de bola.
Vilma dice: yo pensé que igual de vez en cuando podríamos vernos...
Ale dice: no sé. Realmente a mí me pasaban cosas serias con vos. ¡Pibe, nos conocemos hace dos semanas!
Vilma dice: (sin intención de ser cruel, lo juro) tan rápido?
Ale dice: sí, tan rápido. No hay tiempo para el amor. Ya te expliqué por qué hiciste que te quiera así.
Vilma dice: igual, la verdad, nunca te creí que me quisieras ni nada de lo lindo que me decías. No por vos, si no por mí. Porque nunca creo poder hacer sentir eso a otras personas. Y por eso seguí, aún sin saber qué me pasaba. Creo que nunca le fui tan sincera.
Ale dice: mirá, yo antes de estar con vos estaba en otra, pero fijate que siempre te dije que me encantabas, y si te acordás, después de que me dabas besos, te miraba mordiéndome los labios porque no podía creer lo linda que eras (sos), y estar con vos. Pero bueno, ya está, no recuerdo porque me pongo mal. Me voy a escuchar música. ¿Pintó el culebrón?
Un par de patrañas más. Después lo charlé con amigas y me dijeron que tuve poco tacto, que fui muy repentina y que en algunos momentos fui algo venenosa. Juro que sin intención, aunque como le dije a él, considero imposible haberle hecho sentir todo eso y más todavía sabiendo el poco tiempo que pasó. Soy simplemente Vilma. Entiendanlo. No logro tanto en otras personas.

Así termina capítulo Ale, el cual no creo que nunca más vuelva. Porque si me lo cruzo y yo quiera darle un beso, él va a negarse. No lo conozco mucho pero eso siento. Bueno, resumo lo de Ulises y no los aburro más. Creo alguna vez haberles contado que tenemos una amiga en común, Male, pero realmente es amiga mía. No me acuerdo bien qué le dije que le diga, pero lo agregué de vuelta a Ulises a facebook. Me aceptó.

Un rato después me habló en el msn, donde teóricamente él me había desadmitido (eso le había dicho a Male, pienso que en el caso de que hubiera sido verdad pero volvió a admitirme cuando lo agregué de vuelta a facebook, lo hizo porque se sentía demasiado rechazado, y teniendo en cuenta que se cree mil, es un atentado para su persona). Escribo la conversación y no los aburro ni un poco más porque ya no hay más nada que contar.

Ulises dice: qué onda?
Vilma dice: qué onda qué? Bue, ya sé por qué me preguntás. Soy una flashera, no me des mucha bola, dale?
Ulises dice: ok
Vilma dice: y tampoco te ortives
Ulises dice: no te entiendo
Vilma dice: qué no entendés?
Ulises dice: nos llevamos bárbaro, un día me eliminás de facebook y no sé qué carajo me decís, después me agregás y me tratás con tu mejor sonrisa.
Vilma dice: está bien, yo tampoco me entendería.
Ulises dice: y... La verdad que sos complicada.
Vilma dice: bueno. Igual me querés, estoy segura.
Ulises dice: obvio que te quiero, y como encima nos estábamos llevando tan bien me sorprendí un montón.
Vilma dice: bueno, olvidate que haya pasado todo lo anterior.
Ahí seguimos hablando con normalidad, él medio cortado, pero siempre es así por MSN. A los dos días fui a buscar a Male al colegio, y va al mismo colegio que él. Mai, otra amiga en común, pero que es muchísimo más amiga de Uli, aunque sé que puedo confiar en ella, fue a avisarle que yo estaba y él le dijo "bueno, salgamos pero hagamos como que no sé". Cruzamos dos palabras y no podía sacarle los ojos de encima. Le sonreí mucho aunque menos de lo que me hubiera gustado.

Y mis "historias" me aburren hasta a mí.

lunes, 5 de abril de 2010

Extremos

Soy una histérica y no existe otro nombre. La cuestión es que por más de que Alejandro es hermoso, por más de que todas me envidian porque me da bola, por más de que me dice que soy perfecta, por más de todas sus virtudes que son tantas que casi no puedo enumerar, no logro engancharme, no logro poder entrar en ese sentimiento que él teóricamente ya tiene.

La situación es así. El otro día fui a su casa y la pasamos muy bien. No pasó nada, no sé si me explico, nos dimos muchos besos, nos reímos, jugamos a las cartas y miramos las estrellas. No dejó de decirme hermosa en toda la noche. No dejó de elogiar mi sonrisa, no dejó de decirme cosas lindas en ningún momento. Y yo tratando de hacerlo sentir conforme a él también.

Es que, no le miento cuando le digo cuán lindo es o lo bien que la paso con él, pero que él esté todo el tiempo diciendo cosas hace que lo que uno dice sea mínimo. Que él diga "éste año soy feliz con sólo jugar al baket y estar con vos" hace que cuando yo le digo "la paso muy bien cuando estamos juntos" sea poco.

No puedo evitar alterarme en exceso cuando me habla por msn, no puedo forzar mis ganas de verlo. Por ahí cuando lo veo la paso bien, tal vez en persona no es tan evidente eso que tiene de ser tan obsesivo con los elogios y etcéteras. Pero se hace insoportable. Lo peor es que encima no lo siento sincero.

Tal vez por una cuestión de baja autoestima, de que creo imposible que siendo simplemente Vilma un chico tan ideal como él me diga todo eso. Pero me tiro más por la idea de que es intuición. De que algo oculta, de que no son todas tan buenas intenciones... Sí, vamos al grano. La idea que viaja por mi cabeza es que quiere ponerla.

Con esas intenciones se equivoca conmigo. Vilma virgen, Vilma chapada a la antigua, Vilma espera el amor. Y no soy como él que adoro tan rápido o que digo adorar cuando ni siquiera sé si a la otra persona le gusta más el sushi o un pancho con mostaza y papas pay. No es que ya me niego, no quiero que mi histeria me gane. Porque tal vez todo ésto es algo que veo ahora simplemente porque soy fóbica a que las cosas funcionen correctamente. Al después de un par de salidas positivas. Igual todavía no arrugo. No sé. Nunca sé.

Por otro lado, el tema inevitable e interminable pero tal vez termine... Ulises. La pudrí. Todo venía bien, éramos "amigos". Es igual a decir: me gustaba, me decía que no, le decía que no, charlábamos, me contaba de sus chicas, y yo con sufrimiento pero sin querer aceptarlo le daba consejos. Bueno, los borrachos dicen la verdad, las borrachas también.

Parecía que íbamos a coincidir con el lugar al que íbamos a ir a bailar. Me hice el bocho, lo iba a ver, y estaba segura, por mi estado, íbamos a terminar estando. Yo me le iba a tirar encima sin ningún escrúpulo y con una excusa coherente para la mañana siguiente. Sin embargo no apareció.

Lo llamé, nos mensajeamos. Escribí peor que nunca, en la mayoría de los mensajes hay como mínimo una palabra que no se entiende. Pero él me decía que si iba a donde estaban ellos "te doy tremendo beso", a lo que le contesté que no, que ya estaba ahí, y después de un par de mensajes me dijo "ya estoy en casa, te quiero mucho". Como persona pensante tendría que haberla cortado ahí, pero no.

Le dije "te juro, sólo quiero darte un beso" (de una manera menos clara, obviamente) y me contestó "cuando nos veamos", y le dije que él no entendía nada, que no le importaba nadie y a mí sí. No me contestó, le mandé que "perdón, pero no me hables más porque ya sabés lo que me pasa a mí aunque te diga que no". Ahí se terminó.

Al día siguiente me habló dos palabras por msn y ya nos cortamos, y unos días después de rayada que soy lo saqué de facebook. Estando en la casa de una amiga en común que tenemos con él pero que es más amiga mía que de él (Male), ella le dijo que por favor le firme una foto. Le mandó un link de una foto de ella pero un álbum mío. A todo ésto él le dijo "Vilma me sacó de facebook y no sé por qué, voy a preguntarle".

Me pregunta y me zumbea. No contesto, se inquieta con Male y le dice que no le contesto, pero a la vez se hace el superado y le dice que no le importa. Me pregunta de vuelta y vuelve a zumbearme. Ahora que ya me divertía ese jueguito de hacerme la difícil, decidí no contestarle nuevamente. Le pide a Male que me agregue a la conversación y ahí no podía hacerme la pelotuda. La transcribo.

Ulises dice: eu, Vilma! Respondé.
Vilma dice: qué pasa?
Ulises dice: al fin. Por qué me eliminaste de facebook?
Vilma dice: no sé bien.
Ulises dice: aceptame, nena. Dale. Puede ser?
Vilma dice: si me lo pedís así...
Ulises dice: uh, muchísimas gracias, querida. Ahora me explicás?
Vilma dice: no es puntual. No tenía más ganas de tenerte.
Ulises dice: Ah, copado. Te hice algo yo?
Vilma dice: no.
Ulises dice: entonces? estás loca Vilma. Te quiero. Chau.
Y se fue de la conversación.

Ahí siguió hablando con Male sobre mí. Él decía que no entendía, que veníamos re bien, llevándomos bárbaro, siendo amigos, que no tiene la culpa de "no darme", que no entiende por qué reacciono así. Male le contesta que porque estaba sufriendo por él, pero después le exijo que no me haga quedar como una enamorada, entonces le dice que porque "todos siempre quieren estar con ella y no quiere ver evidente que un pendejo no". Ulises le contesta que entonces soy una creída, y ella le dice algo dentro de todo cierto: "no viste que cuando vos dejabas en evidencia que no querías estar con ella en el club, todos te querían cagar a trompadas? se morían por estar en tu lugar y te lo hacían saber". Ahí dijo "no puedo negarte que es linda"... Eso es insignificante para todos ustedes pero yo me lo guardé en lo más profundo.

Un rato después me mandó un mensaje de facebook.

Ulises April 5 at 2:09am Report
cuando pienses un poco, vas a notar que te confundiste en sacarme...
nos estabamos llevando re bien, y me eliminas de face? logico..
bye bye

Vilma April 5 at 2:17am
soy vueltera y también de flashear cosas a veces
nos estabamos llevando bien, sí, pero esa noche, aunq borracha
me di cuenta de q asi no me servía.










Me contestó con un OK con el que se río e hizo el interesante en la conversación con Malena. A mi me dio pena. Es evidente que si contestás "ok" querés que el otro vea lo malo que sos. Porque si en realidad te importa tan poco, ni siquiera te gastás en contestar.

Así quedó todo con Ulises. Lo tengo eliminado en facebook y en el msn; pero no desadmitido en éste último. Si quiere hablarme, me habla. Y ahí elijo hacerme la complicada. No sé bien por qué, pero tengo la sensación de que va a volver. No, no me extraña. Extraña saber que me tiene ahí.

Definitivamente nada me viene bien. Por un lado el que me busca, por otro el que me rechaza. Me molestan los dos y estorban un poco. Igual, qué lindo va a ser cuando la historia se haga respetar y la odisea la viva Odiseo, valga la odiada redundancia.

jueves, 1 de abril de 2010

Sentiste a los asuntos pendientes volver hasta volverte muy loco

¿Por qué todo es tan rebuscado? Okey. Yo lo pedí. Puedo releer la entrada anterior y casi reírme al ver que lo que antes pedía ahora lo rechazo brutalmente. O sea, quería que pasen cosas, quería acción, pero no este tipo de acción. No así. No sobre ésto.

Como todos quienes siguen este blog saben, me costó mucho decidir sobre todo el mambo con mis amigas. Estuve una eternidad pensando, sufriendo, llorando. A pesar de tanto hacerme el bocho y tanto analizar y reanalizar, las cosas se fueron dando naturalmente. Las Superflúas estaban tan enojadas que ni quisieron hablarnos, y las Pizzabirrayfaso me esperaron con los brazos abiertos. Hasta ayer a la noche yo ya tenía mi grupo, mis grupos. Porque nunca les conté, pero uno de los problemas con las Pizzabirrayfaso era el tema de que no compartíamos salidas. Y últimamente empecé a salir con amigos de la primaria y algunos de otros lugares con quienes rompemos el noventa y nueve por ciento de las noches. Somos como un rejunte. No cualquier rejunte, El Rejunte.

Entonces me encontraba en un equilibrio, un equilibrio del que me quejaba sin ser consciente de que era tan valioso. Voy a contar el suceso tan insignificante que no me deja respirar con normalidad y poder pensar en nada sin tener algo que me angustie.

Estaba bailando y dándome un par de besos lindos con Alejandro (sí, volví a verlo aunque en un clima de fiesta, cuando termine con ésto les cuento) y me llega un mensaje. Previamente me había llamado un número el cual no llegué a atender, lo llamé desde adentro del boliche, no entendí nada y le dije "mandame un mensaje". Un rato después me llega un mensaje de este mismo número. Decía exactamente: Gorda la que te llamaaba era yo, aldi. Te queria decir que te extraño un monton y que te amo. Quiero que hablemos, te amo. Aldi desde el cel de Valen. Desde ese entonces mi noche dio un vuelco.

Le contesté algo así como que yo también la quiero como siempre y que extraño todo eso. Pero lo que no le dije es que hay muchas cosas que no extraño. Que no extraño los planteos de mierda, las superficialidades, las pendejadas, los enojos innecesarios y pendejos. Estoy muy bien así, había logrado mi equilibrio. Pero ahora que veo ganas de su lado de que todo vuelva, ahora que me dice algo así tan lindo, ahora que sé que si las cosas siguen mal va a ser solamente por mí... No sé si puedo con tanto.

Con Aldi me fui de vacaciones este verano, con Aldi viví más noches que con nadie. Aldi es una persona muy desgastante, agotadora. Es histérica y caprichosa, quiere todo lo mejor siempre para ella. Pero aprendí a quererla. Como a aguantarla. Pasé muchos fines de semana en el country con Aldi. Muchos. Las noches ahí vividas, los sentimientos locos nocturnos que sólo se dan en ese country (lo juro), el amor increíble que ella me bancó con Martín y los llantos en los que le presté mi hombro por su chico, Manu. Esas vivencias pocos pueden entenderlas. Muy pocos.

Pero, aún así, no me imagino otra vez de su mano. Insisto con que estoy tan bien ahora que no veo razón por la que cambiar. Por ahí es otra de esas amistades que "fue lindo mientras fue", pero uno ve imposible que se vuelva a dar. Me duele. Pero todos cambiamos. En éste caso, yo. Ella siguió siendo la misma y yo me cansé de tolerar estar un escalón más abajo. Porque eso siempre pasa con Aldi. Sos menos, obedecés, sos subordinado. Y me cansé, tal vez crecí. O aprendí a hacerme valer. Que debe ser crecer.

Dado por teminado éste tema, que voy a dedicarme a hablarlo con mi mejor amigo, porque definitivamente los hombres son incondicionales y lo que hablás queda ahí, voy a contar de Ale. Lo vi anoche, sabía que él iba y al principio eso me fastidió. Pero al final si no hubiera sido por él no la hubiera pasado tan bien como la pasé. Hablamos bastante, nos reímos y el histeriqueo es el tercero en discordia. No paramos y eso lo hace muy divertido.

Es lindo que además de unos besos eternos también nos damos besitos de esos tiernos, lindos, esos que muchos se darían por amor. Me dice cosas lindas todo el tiempo y puede ser que un poco me asfixie. Nada me viene bien, no me lo digan, lo tengo claro. De todas maneras mientras estoy con él todo está perfecto. Nada me altera. Me susurra cosas hermosas al oído y mi problema es que no sé cómo responderlas, pero de todas maneras algo encuentro.

No para de decirme que ama mi sonrisa y mi simpatía, que soy hermosa, que está harto de las pibitas huecas y vacías y que en mí ve algo diferente. En persona me encanta que me diga todo eso, pero por chat me altera un poco, ya me aburre, se hace monótono. Y yo que encima para chamuyar soy lo peor que pisó la tierra, le contesto siempre lo mismo.

No quiero ya encontrarle el lado negativo. Es la segunda vez que nos vemos, aunque "por casualidad", la paso bien cuando estoy con él, y aunque me queje, es lindo sentirse linda, querida, buscada. Por más que Ale no entienda nada y me diga que me quiere, algo que me descoloca y pone de mal humor porque nos conocemos hace poco y nada.

Seguramente pedía amor y ahora está tocando mi puerta y me estoy quejando. Lo veo negativo, lo veo casi infernal y agobiante. Es que es así, pedís algo y lo tenés. Pero para negativo, para peor. Hola pesimismo. Igual estoy bien, quédense tranquilos.